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Iba caminando por el centro comercial, veía entretenida las vitrinas de las tiendas, habían muchas prendas hermosas. Mi caminar se detuvo cuando mi mirada se encontró con esos chicos insoportables, resoplé con molestia y pasé rápido por su lado tratando de no ser vista, algo que no logré conseguir porque lograron verme y se pusieron en mi camino tapándome el paso.

—Hola preciosa—saludó el chico con una sonrisa radiante, pasando un brazo por mis hombros.

—Sin contacto físico—hice una mueca de disgusto, tomé su brazo y lo quité dando un paso lejos de él.

Él chasqueó su lengua irritado, pero volvió a sonreír metiendo sus manos en los bolsillos.— ¿Pensaste en lo que te dije?—preguntó con una sonrisa coqueta

Fruncí mis labios asintiendo—Fíjate que sí y... ¡No saldría contigo ni que estuviera drogada!—sonreí de manera inocente

— ¿QUÉ?—gritó molesto, sus amigos rieron haciendo que él los mirara mal.

— ¡Minha!—gritaron detrás de nosotros, todos giramos a ver de quien provenía esa voz y mi querido amigo venía corriendo hacia mí.

Sonreí ampliamente abriendo mis brazos— ¡Mi amor!—chillé con emoción, él me rodeó con sus brazos, uniéndonos en un empalagoso abrazo.

— ¿Y éste quién es?—preguntó el chico con desdén, su semblante estaba serio mientras apretaba los puños a sus costados.

Él era el líder de una banda que era temida por aquí, me pidió salir pero no es mi tipo así que lo rechacé, pero el menso es muy persistente. Esa era una de las razones por la cual casi ni tenía amigos y la mayoría de los estudiantes del instituto hablaban a mis espaldas.

—Mi novio. Éste hermoso niño, es mi novio amado—respondí en tono meloso, apretando las mejillas del chico. 

—Tsk, tienes malos gustos...Mejor vámonos—ordenó a sus amigos, luego me lanzó una mirada de desaprobación y se fueron. 

Ya cuando los perdí de vista, puse los ojos en blanco y le di un codazo en el estómago al chico haciéndolo arquear.— ¿Por qué llegas tan tarde?

—JeongIn me atrasó...—masculló tratando de agarrar el aire que le había sacado, rodé los ojos con molestia y el pequeño llegó.

— ¡Perdón, Noona! Es que me antoje de dulce...—sonrió— ¡Seungmin-hyung es malo!—hizo un tierno puchero y señaló al mayor quien le sacó la lengua

— ¡Eres malvado, Seungmin!—lo regañé—No seas así con mi bebé—dije abrazando al pequeño 

—Tsk, bebé mi trasero... ¿Dónde está Sara?—se cruzó de brazos

— ¡Aquí estoy!—respondió la chica llegando a nuestro lado

— ¡Perfecto, ahora vamos!—exclamé emocionada, tomé del brazo a mi amiga y comenzamos a caminar.

Ya ha pasado un año desde que llegué a Busan, cuando llegué no hablaba con nadie pero Seungmin se me acercó amablemente, convirtiéndose en mi único amigo hasta que conocí a Sara y el pequeño JeongIn; este día íbamos a celebrar juntos puesto que era mi cumpleaños número dieciocho.

Mis sentimientos por Félix no han desaparecido. Tengo tiempo sin verlo y extraño sus tiernas  pecas, lo bueno es que mi mamá dijo que éste último año puedo estudiar en mi antiguo colegio lo que significa que volveré a ver a mis amigos. Ella casi nunca estaba en la casa debido a su trabajo por lo que siempre salía a pasear con mis amigos y unas que otras veces iba a un club, donde desgraciadamente conocí al líder de esa tonta pandilla.

 ¡GAMERS! 🌤Lee Félix🌞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora