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Haber dejado entrara a Yoongi a su vida.

Estaba mal, muy mal. Ya iba una semana de que Yoongi no me hablaba, ni si quiera me volteaba a ver. No sé que hice mal, juré tratar de hacer las cosas bien; pero por lo visto no fue así.

Soy muy molesto, quizá eso es mi defecto. O tal vez todo en mí sea un defecto.

La segunda es más probable.

Y como si mi día no fuera peor. Alguien tocó a la puerta, era Tae. Por un momento me puse feliz al verlo pero a la vez triste, no quería volver arruinar las cosas con él. Lo invité a pasar y mi madre nos dejó solos.

—Hoseok.—habló frío, extrañaba su voz pero no en aquel tono.—Debemos de hablar.

—¿Que pasó, Tae?—traté de sonar dulce.

—Deja a Yoongi ahora. No te está haciendo bien.—habló.—Sé que fui quien te dijo que lo hablaras pero ahora no te está haciendo bien. Yoongi es un patán, e-el te utilizó, Hobi.

—¿De que hablas Tae?

—Tus fotos... Las tiene media escuela. Hobi, ¿t-tu le mandaste esto a Yoongi?—Tae no mentía, ese día me mostró su teléfono y efectivamente, estaban mis fotos que le había mandado a Yoongi. No podía creerlo, no de él.—Lo sé, puedo verlo en tus ojos.

No iba a llorar, no quería llorar otro día. Una puta semana llorando, ya estaba cansado.

—Tae... L-lo siento.

—No, perdón pero no puedo seguir siendo tu amigo. Me abandonaste por él, y ahora quedate con él.

Y Taehyung salió, me dejó atrás llorando; necesitaba un hombro en donde llorar pero al parecer ya no había. Quizá nadie me quizo, nadie me quiere y ni querrá.

Y definitivamente volví a llorar todo ese día, y él siguiente. ¿Yoongi? No contestaba, como siempre. Estaba harto, enserio estaba harto de su ausencia, necesitaba que me respondiera por que hizo aquello ¿por qué a mí?

¿Cual fue mi error?

Ya no quería seguir llorando pero mis lagrimas fluían y fluyeron aún más cuando recibí un mensaje de él. No decía más que lo viera en el parque de nuestra colonia. Tenía que ir, no quería pero tenía que hacerlo y así fue como perdí la poca dignidad que me quedaba.

—Y-Yoongi...—balbuceé al verlo con una chica. Ambos se pasaban sus gérmenes en lo que era un beso. Como los que él me daba.—Entonces... Lo que dijo Tae era verdad ¿por qué?

—Oh, eso. Los chicos me contaron sobre tu enamoramiento hacia mí, ellos todos los días decian que tenías un muy buen cuerpo. Me retaron a que te sacara aquellas fotos y pues sí; lo hice.

—Entonces...—otra vez él estúpido de Hoseok estaba llorando.

—No te quise, Hoseok y no te quiero. No soy gay, si me acosté contigo aún no sé por qué lo hice. Quizá para ser la envidia de mis amigos que te deseaban. No lo drisfuté o algo parecido. No me gustas, Jung, eres muy ingenuo e inmaduro para mí.

—L-lo entiendo...—sal de ahí, Hoseok. Te harán más daño.

—Lo que si disfruté fue que hicieras mi tarea y la de mis amigos.—rió.—Pero en fin, no me vuelvas a hablar.

Y se alejó junto a la rubía. ¿Yo? Yo era un mar de llantos a plena luz del día, me sentía como la mierda que era y solo quería desaparecer. ¿que pasaría si mi padre viera las fotos? Iba a ser adolescente muerto.

Pero nunca llegaron a enseñar esas fotos a alguien de mi familia. Lo malo era que toda mi institución las tenía y él resto de ese año todos hablaban de mi a mis espaldas, no tenía amigos y solamente lloraba. Así hasta que me mudé, lejos, muy muy lejos pero eso no cambiaba lo que hice. Los errores que cometí y mis pensamientos que cada día sentía que eran verdaderos.

Min Yoongi me hizo creer en el amor, y también me hizo creer que yo era una escoria.

Completamente lo era y lo perdonaba cada día de aquello. Perdonaba a Min Yoongi por haberlo dejar entrar en mi vida y que haya tenido tan cerca a una persona como yo.

Inútil, ingenua, inmadura y pésima.


Fin a esta relación tóxica.

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¡Gracias por leer!

ErRoreS; YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora