Deseos imposibles

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Prov. Bon

Han pasado algunos meses más, y el día del parto está cerca. Realmente no quiero que llegue ese día, pero por desgracia...

Bonnie: llévame al hospital...

...ese día es hoy.

Llegamos rápidamente al hospital, por suerte Joy estaba en casa y pudo quedarse a cuidar de Ben. Llevaron a mi conejito a la sala de partos y yo me quedé esperando fuera, rezando para que todo saliera bien. Unas horas después, una enfermera llegó donde yo estaba... y traía a la niña en la cuna con ella?

Enfermera: Bon Smith, cierto?
Bon: s-si... Po-por qué trae a la niña? No se supone que tiene que quedarse con su madre?
Enfermera: señor Smith, su pareja...

...ha fallecido durante el parto...

No podía creerlo, quise romper a llorar allí mismo. Pero no lo hice, solo cogí a mi niña en brazos y pedí que me dejaran ver a mi pareja, cosa a la que accedieron.
Entré en la habitación y vi a un grupo de doctores y enfermeros alrededor de la camilla donde se encontraba Bonnie. Todos voltearon a verme y se alejaron de la cama, dejándome acercarme a ésta, cosa que hice sin dudarlo dos veces. Uno de los enfermeros accedió a coger a mi hija mientras me "despedía" de Bonnie.

Bon: conejito... Por qué? Por qué tú? T-te prometí que todo saldría bien, que saldrías de ésta... y no pude cumplir mi promesa...

Rompí a llorar mientras abrazaba a mi conejito con todo el amor que alguna vez le podría haber ofrecido.

Bon: lo siento, lo siento de verdad.... Por favor, no me dejes... Vuelve... por favor... No me dejes solo...

Lo besé. Fue un impulso, pero no podía dejarlo ir sin al menos un último beso, uno de despedida. Luego volví a abrazarlo y seguí llorando en su pecho, quería que volviera a la vida, que no se fuera, que siguiera conmigo... Deseos imposibles...

Cuando me calmé un poco, volví a coger a mi hija en brazos, di las gracias a los doctores por todo y me fui, no sin antes rellenar los papeles de identidad de mi pequeña... De mi pequeña Bony...

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Hola! Pasó mucho tiempo, verdad?
Lo siento! Realmente lo siento! No me maten por esto, por favor.
Esto no acaba aquí, claro que no. La historia continúa, pero sin esa ternura y ese amor de los conejos.
Le prometo que estoy llorando ahora mismo, se lo prometo. A mí más que a nadie me sentó peor la muerte de Bonnie.
Nos vemos en la próxima, chaito... supongo...

Mi vida a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora