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Hace mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana....

La galaxia se encuentra en conflicto tras un largo tiempo de paz después de la caída de la primera orden, la guerra llego a la galaxia una vez más, hace mucho que la historia de los Jedi y los Sith fue olvidada y ahora existen como leyendas....
Pronto nuevas leyendas surgirán........

Tzar Koi wo miró a su alrededor, el callejón era completa oscuridad, salvo por la luz de la entrada a "The drunk wookie" no había ninguna otra luz, acarició el mango del sable curvo que llevaba siempre consigo, una buena adquisición de sus viajes, respiró hondo y se dirigió a la corriente puerta de madera donde solo había un cartel con la caricatura de un Wookie sonriente sosteniendo un tarro, sostuvo el mango de la puerta y pensó en lo mucho que le disgustaba tener que seguir tratando con traficantes al servicio de Junky el Hutt, pero sabía que era la mejor forma de obtener lo que necesitaba, torció el labio y entró.

"The drunk wookie" estaba en el borde de la ciudad de Ik-toos en el planeta Nal Hutta, era una ciudad dentro de una enorme bóveda construida para poder facilitar el arribo de mercancías a la capital del imperio Hutt, ya que el planeta era una bola de gases apestosos (como bromeaban los transportistas y traficantes que lo frecuentaban) se construyó en los tiempos anteriores cuando aún existia una república, Tzar Koi wo se acercó a la barra, el local estaba casi vacío, pues ya era bastante tarde —Hey tú lata- dijo al droide de servicio que estaba en la barra , este volteo y emitió un chirrido, pero no respondió nada  — Busco a Droll Huntress- el droide dió un pitido y luego dijo —Se encuentra en el salón privado de atrás señor- Tzar se encaminó hacia el lugar —¿Desea que llevé algo de beber a su lugar señor?- dijo el droide mientras seguía su movimiento con la cabeza —Agua- respondió sin detenerse.
En el interior del salón privado se encontraba dispuesta una mesa redonda y atrás de esta se encontraba un sofá curvo de un desgastado color rojo y algunas sillas de madera, ahí estaban sentados cereano que leía un pequeño libro y no presto atención a Tzar, una twi'lek que parecía estar bastante drogada, un trandoshano dormido sobre la mesa de cuya boca escurría una poca de saliva y finalmente al centro del sofá estaba sentada Huntress una humana famosa por sus habilidades para el contrabando, se decía que era capaz de conseguir fuego en Hott, y usaba un casco de diseño mandaloriano todo el tiempo, según ella presumía el casco había pertenecido a un famoso cazarrecompensas de los tiempos del imperio galáctico, aunque no había forma de comprobar su origen, Tzar se detuvo enfrente suyo —He traído lo que querías-
Huntress soltó una risita y se inclinó al frente apoyando su mentón sobre su mano derecha —Querido Tzar, eres un encanto, pero siempre tienes ese gesto tan serio, un chico guapo como tú debe sonreír más —Yo lo hago, te lo juro, pero no vengo a por una charla, aquí tienes- saco del bolsillo de su largo abrigo negro una pequeña bolsa y se la lanzó. Huntress atrapó la bolsa con su mano libre y la colocó sobre la mesa, de ella sacó una caja cuadrada de madera la abrió y tomo un chip de aspecto extraño, lo sostuvo con dos dedos a la altura de su rostro y lo miró por un momento —Excelente, no puedes verlo, pero estoy sonriendo querido estoy bastante complacida y estoy segura que el gran Junky lo estará también- volteó a ver al cereano y le dijo —Entregaselo- el cereano dejo su libro sobre la mesa y levantó una pequeña mochila que estaba a un costado de su asiento y de esta sacó una pequeña astilla de cristal, era delgada y como de una pulgada de largo, extendió su mano y se lo entrego a Tzar quién se apresuró a guardarlo en el interior de su abrigo, se dió media vuelta y en ese momento la puerta se abrió para dar paso al droide de servicio que llevaba un vaso de agua en una pequeña charola —Su agua señor- Tzar tomo el vaso y apresuró el agua, secó su boca con la manga y se dispuso a salir, pero se detuvo al escuchar la voz de Huntress —¿Porque estás juntando el Kyber? ¿Acaso quieres tu propia estrella de la muerte? —Es algo que necesito, es todo- Se oyó un suspiro por parte de Huntress y Tzar salió del salón.
Cruzó caminando el oscuro callejón y se dirigió al puerto para salir del planeta —Alto ahí- Se detuvo y volteo en dirección a dónde se escucho la voz, eran 2 hombres con blaster en mano que le apuntaban directamente —Danos todo lo que tengas o morirás imbécil- Tzar abrió un poco su abrigo —Nada de trucos- dijo el asaltante a su derecha, Tzar sacó una bolsa que resonaba y la lanzó en su dirección, en cuanto el tipo la tomo, con un movimiento relampagueante sacó su sable de hoja cueva y de un corto la cabeza del ladrón de la izquierda, el otro intento apuntarle, pero de la mano de Tzar salió un relámpago el ladrón no tuvo tiempo de pensar en que estaba pasando y cayó fulminado, Tzar tomo su bolso y revisó los cadáveres, el que había muero bajo su rayo no llevaba nada consigo, y el otro tenía una buena suma de dinero en un pequeño saco que tenía con el, se dispuso a irse cuando oyó un sonido metálico contra el suelo, volteo y vió a un pequeño niño muy sucio que estaba detrás de una caja de madera, al moverse había tirado una lata, el pequeño miraba a Tzar con miedo en la mirada, Tzar tomo la bolsa que había tomado del ladrón y la tiró a sus pies —No viste nada ¿Entendido?- el pequeño asintió, recogió la bolsa y salió corriendo sin mirar atrás.

Star Wars: Fuerza Desbalanceada 1 luz y oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora