Tanto me podes doler
Estar en casa es como poder volver a respirar para Renato.
Dormir en su antiguo cuarto, en silencio, sin nadie rascando la pared o poniendo un partido de futbol a un volumen exorbitante a altas horas de la noche del otro lado de la pared lo ayuda a dormir mucho mejor. Al menos eso piensa las primeras dos noches, pero ya a la tercera prueba todas las posiciones en la cama y se queda en silencio mirando la oscuridad hasta que se rinde y prende la luz para leer hasta que se duerme.
En el cuarto día no se aguanta más y busca el contacto de Gabriel en su teléfono. Lo llama y siente como comienza a sonar. Al segundo tono Renato quiere cortar y al tercero ya tiene un dedo en el botón de finalizar la llamada.
"Hola," se escucha la voz del otro lado del teléfono.
"Hola," contesta Renato rápidamente. El silencio se estira en la línea de teléfono.
"¿Qué queres Renato?" Gabriel tiene ese tono de voz característico de cuando esta irritado y no tiene ganas de pelear. Renato piensa que es preocupante que sepa identificar el humor de Gabriel por su tono de voz. Renato esperaba que Gabriel estuviese feliz que lo llamara pero no es el caso.
"No se – quería llamarte." Admite sin pensar lo que esta diciendo.
Gabriel tarda varias segundos en contestar. "No entiendo porque me estas llamando bebu," suspira finalmente "No somos amigos."
Renato siente una punzada. Pero deja el dolor de lado. "Claro que no," dice Renato y va a cortar el teléfono cuando escucha un ruido de un golpe del otro lado de la línea. "¿Estas bien?"
"Si," contesta Gabriel "Estoy cuidando al perro de Stefi y esta haciendo un desastre en algún lado."
Renato se rie y escucha los ladridos del otro lado y Gabriel murmurando por lo bajo que haga silencio. "Me tengo que ir," dice Gabriel "Esta esperando que lo saque."
"Um. Esta bien." Contesta Renato y Gabriel cuelga el telefono sin mas.
Renato se queda un largo rato tirado en la cama con el telefono presionado contra su oreja, como esperando que Gabriel mágicamente aparezca del otro lado. Obviamente no pasa, y eventualmente se queda dormido.
Cuando se despierta tiene un mensaje sin leer. Es una foto que le mando Gabriel, una selfie sacada desde un angulo extraño con un enorme Golden Retriever que le esta lamiendo la cara, Gabriel esta haciendo esa cara donde arruga la nariz y Renato siente como el corazon le golpetea contra el pecho.
*
Finalmente Renato vuelve a su departamento.
Llega a la noche y cuando va a empujar la puerta de su departamento se le traba con algo que hay debajo de la puerta. Se agacha a buscar que es lo que le impide abrir la puerta y encuentra una estuche con un CD adentro. Es un CD genérico de esos que usan para re-grabar y tiene escrito su nombre en letra redonda y prolija. Reconoce la letra de Gabriel.
Como si lo hubiese atraído con la mente, Gabriel se baja del ascensor. Lleva puesto su uniforme del hospital y tiene cara de cansado. A tal punto que ni siquiera se esfuerza por reconocer la presencia de Renato hasta que llega a la puerta de su casa. Cuando llega, se queda parado como si estuviese debatiendo abrir la puerta y se da vuelta para mirar a Renato.
Renato siente como el corazon se le sale del pecho. Gabriel ve lo que Renato tiene en la mano y abre sus ojos cómicamente.
"Te lo deje para tu cumpleaños," explica