y u a n f e n 💜

Más tiempo.

Han pasado tres meses más, desde que ella recayó y consigo toda su alma. Tres meses, ha estado reflexionando por las noches y llorando por el día. Dolías, ahora ya no. La gente te supera, tú pasas de ellos. ¿Lo notas? Tristeza, esa herida personalizada en tu corazón, se está sanando. Sonríes más, estás más guapa, tus pestañas siguen desenvolviendo locuras y tus ojos están menos salados que antes. Pero tus pulmones... una cajetilla en tres días, como puede ser que lo que te quita la vida, lo sostengas en tus finos dedos, día tras día. Como un imán.
Hace tres meses o menos, os visteis y os dejasteis llevar, tanta fue la cosa, que ahora estáis juntos. Como antes. O eso cree él. Han pasado tres meses largos para ella, para su cuerpo, para hacer notar sus diferencias. Has cambiado de vida, en tres meses y esa coraza apenas existe. Tus muñecas muestran que cicatrizaron, atrévete a rozarlas, a ver quién puede. Quien se atreviera a mirarte a esas ojos, con esas pestañas, ¡qué valor! Quien se atreviera a soportar el perfecto huracán de tus hoyuelos al sonreír. Quien se atreviera a sentir tanto como para quererte...Dejó de mirarse al espejo, porque entendió que no encontraba nada útil en esa finísima y preciosa imagen, solo dolor y lágrimas. De siempre, su hora favorita, son las 4:29, con un cigarrillo en mano y deseando tener pesadillas, porque es el único momento donde puede soñar. Tristeza personalizada, sola entendiste que necesitabas más tiempo. Te dejaste pasar la vida y a ti misma y como te dolió, ya no amarras el puño de tu espada como antes, ahora la utilizas como adorno, cuál guerrera ganó su batalla.