Cambio De Lugares [Black Hat x Slug]

Molestias.

Como era costumbre en aquélla mansión en forma de sombrero negro, Demencia insistía agresivamente en poder transmitir sus especiales "Demencia Tips", pero Flug se negaba rotundamente a esto. Para él sólo era tiempo desperdiciado y más si se incluía en un vídeo exclusivo de Orientación para Villanos.
Ambos se gritaban, se jaloneaban o empujaban y dicho capricho encendió la llama de la ira en el villano más temido por todos: Black Hat.

— ¡¿Por qué demonios no terminan el maldito video de una buena vez?! –gritó Black Hat más que enfadado y con aquella voz tan terrorífica que lo caracterizaba.

— Jefecito... –sólo oír aquella voz gritándole le hacía automáticamente olvidarse de todo a su alrededor y concentrarse sólo en dos cosas, callar y escuchar.

—Hola bombón...~ –dijo Demencia con un tono coqueto y una sonrisa dibujada en su rostro mientras sostenía sus crayones y hojas con sus dibujos de sus "Demencia Tips"

— ¡Ya me tienen harto! Demencia, si no quieres terminar desterrada al mundo del dolor eterno ¡comportate de una maldita vez!... Y tú... –sin previo aviso se hizo presente manifestándose enfrente del científico posando su mirada en la del menor, aquella mirada tan llena de odio y mostrando sus dientes tan afilados como dagas– por cualquier interrupción o error más que haga detener el video, a ti te reemplazaré por alguien más. Cada vez me decepciona más, doctor.

Demencia y Flug estaban hechos piedra de lo asustados que estaban, o al menos Flug lo estaba. Black Hat los había amenazado antes en muchísimas otras ocaciones, pero en ésta vez él hablaba muy en serio y eso les hacía helar la sangre.

— Entiendo Jefecito, tan sólo falta poco para que lo termine.

— Más te vale, pedazo de...

Una leve interrupción le impidió al mayor terminar su frase, un pequeño Hat Bot llegó a la sala de grabación con una carta en manos. Black Hat sólo la tomó y a modo de despedida le dirigió una mirada de completa molestia al científico asustado. Ni siquiera había recordado que Demencia seguía ahí, por lo que no la tomó en cuenta y se retiró del lugar sin decir nada más.

— ¿Uh?, ¿qué significa esto?

La carta llevaba el nombre de un tal "White Hat". No había oído ese nombre antes pero se sintió un poco ofendido por el hecho de que alguien llevase el nombre "Hat". No le dio más importancia y rompió el sello para abrir la carta y leerla, era un tipo de invitación. 

Buen día Señor Black Hat, hoy le escribo amablemente para invitarle a mi mansión a conocernos.
He visto que usted se dedica a una venta de catálogo y me parecería estupendo poder llevar una buena amistad con usted y si desea poder presentarnos a nuestros brillantes científicos en persona. Si la idea es de su agrado ¡esperaré ansioso por su respuesta!
Att: White Hat.