Black.

Capítulo 26

-¿Por qué te despidieron?- me pregunta cuando ya nos encontrábamos comiendo nuestros helados.

-Digamos que se me olvidó que tenía un trabajo- respondo y la verdad no era mentira, al estar concentrada saliendo con Black y Tyler lo olvidé por completo.

-Si quieres puedo hablar con el dueño- niego con mi cabeza y hago una mueca.

-No, estaré concentrada en la universidad, además mi mamá me puede dar trabajo en su cafetería- le sonrió.

-Te tengo algo preparado para mañana- toma mi mano y empieza a hacer círculos en ella.

-¿Qué?- el niega y se acerca para besar mis labios.

-es una sorpresa, solo espero que no sea un fracaso- río y el también lo hace.

-Tengo entrenamiento- me dice mientras se levanta del asiento de la heladeria- ¿Me acompañas o deseas ir conmigo?- no lo pensé ni dos segundos para darle la respuesta.

-Te acompaño- tomo su mano y nos dirigimos al auto, abro la puerta del copiloto y me subo.

El camino al gimnasio fue corto y lo mejor era que quedaba a pocas calles de mi casa por lo que si deseaba irme no me demoraría en llegar, al pasar al gimnasio hubo un breve coqueteo por parte de una de las trabajadoras y pide ver cómo Black se ponía nervioso.

-Si, me iré a entrenar- le respondió de una manera seca y al yo pasar después de el me dió una mala morada dándome cuenta que ella era la chica de la fiesta.

Black se fue a entrenar pero yo podía. Ver todas las series de ejercicio que hacia, en el gimnasio solo había hombres por lo que más de una vez volteaba a mira hacia otro lugar y al regresar mi vista a Black el me miraba serio.

-Alex- Rick se sienta a mi lado y yo solo lo miro con mi ceja levantada- necesito hablar con Sam- yo niego con mi cabeza.

-No, yo no me involucrare en ese tema- lo miro- tú lo arruinaste, tú lo arreglas.

-Por favor, no lo quise hacer- el me mira con ojos de cachorrito abandonado y yo alzo mi ceja.

-No- lo dejo de mirar y vuelvo mi vista a Black, siento como el cuerpo de Black obstruye mi vista.

-Por favor, en verdad ella me gusta- lo miro sería y el se vuelve a sentar.

-Si te gustaba no tendría por qué razón acostarte con otra- me levanto de donde me encontraba ya que al regresar mi vista a las máquinas Black no estaba.

-Solo piensalo- asiento con mi cabeza y me dirijo a la salida del gimnasio.

Camine sola hasta mi casa pero antes de abrir la puerta de mi departamento sonó el celular debido a que Black me estaba llamando.

-¿Dónde estás?- siento el tono de preocupación en su voz por los que sonrió.

-En mi departamento- el suelta un suspiro.

-Bien, sal de este en poco tiempo estaré allí.

-Vale- salgo y me siento en la acera  a esperarlo y como había dicho no se había demorado.

El se acerca a mí con una sonrisa haciendo que yo también sonría, me levanto de la acera y empiezo a acercarme también a el.

-Crei que estabas con alguno de esos chicos- me abraza y yo respondo sonriendo.

-Claro que no, solo que de un momento a otro no te ví, por eso me vine- el se separa de mí pero toma mis manos.

-Bien, solo vine a asegurarme de que estabas bien y por supuesto que por mi beso- río y acerco mi cara a el pero la verdad es que no alcanzaba.

Después de que Black se riera un montón de tiempo por el simple hecho de que no alcanzaba se acercó el a mi cara y me beso de una manera tierna.

-Te quiero- se separa pero aún tenía los ojos cerrados y no pudo ver la sonrisa que se me había formado.

-Yo también te quiero- lo abrazo- nos vemos mañana- le digo recordando que dijo que saldría conmigo.

-Pasare por ti- me vuelve a besar y se dirige a su auto mientras yo entro a mi departamento.

Doy un recorrido por todo el departamento buscando a Sam y al entrar a su habitación la veo llorando por lo que me hacerlo a ella y la rodeo con mis brazos.

-Es un idiota- me dice en un susurro debido a sus lágrimas.

-Oh cariño, si que lo es- le digo mientras me separo para limpiar sus lagrimas- el no sabe a la increíble persona que se está perdiendo- ella me sonríe.

-Duerme conmigo- asiento con mi cabeza.

-Ire por mi pijama- salgo de su habitación y entro a la mía.

Me pongo la pijama y voy a la cocina por un montón de dulces para que comieramos.

-Noche de películas- le digo y ella asiente tratando de sonreírme.

Pasamos viendo un montón de películas y el ánimo de Sam subió aunque yo sabía que no estaba bien, por ese tiempo que estuvo con Rick le había tomado cariño aunque se comportara como idiota.