Ella Es (Fem!AsaNoya)

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Les dejo esta lista de reproducción para hacer la "experiencia" de leer más mejor. Disculpen todo el coreano, pero es que la melodía es tan triple x que no puedo no incluirlas. https://www.youtube.com/playlist?list=PLezgXoI8gMyW25KcwFbD-DxWi720rWp_R

Asahi se hallaba leyendo un libro tranquilamente. No le gustaba leer, pero hace una hora estaba completamente absorta en la información; el pesaje de las porciones, el aporte calórico de cada nutriente. Estaba todo en francés, y aunque le costó horrores atreverse a hablar el idioma, debía admitir que su conocimiento era muy vasto. Solo la inseguridad le impedía sacar un 100% de su potencial.

Llevaba medio año en París; estudiando gastronomía en uno de los institutos más prestigiosos del mundo. Nunca había estado en sus planes estudiar; pero la cocina se le daba tan bien, y sentía tanta pasión por los sabores y esencias; que aplicó un día para la beca internacional gastronómica. La obtuvo, sorprendiéndose a sí misma, y desatando la alegría eufórica en su pequeña novia, Noya. Se extrañarían, sí. Dolería un poquito, sí. Pero el sacrificio no era comparable con la tremenda oportunidad que perdería si no aceptaba. Así que meditaron bien las cosas. Dejaron claro que, si aparecía alguien en la vida de la otra, cortarían. Claro, era prácticamente imposible que lo hicieran, porque la distancia en vez de debilitar su relación, la fortaleció. Y el estar en continentes diferentes le dio un matiz especial a su noviazgo; como si estuvieran concibiendo algo más real y tangible. Un compromiso bien formado.

Falta de amor no había. Para nada. Pero ambas extrañaban el contacto físico. Los besos y arrumacos a la luz tenue de las lámparas. Era una lástima no poder compartir el amor con Noya estando precisamente en la ciudad de los enamorados. Pero eran detalles. Algún día sellarían su amor en el Pont des Arts. Lo habían prometido una vez, y no importaba si quitaban el candado luego de un tiempo. El significado real del simbolismo habitaba en el corazón, y no en lo físico.

El repiqueteo del móvil sobre la madera lisa de la mesa la distrajo. Era una llamada de Noya. Miró la pantalla y contestó inmediatamente cuando se dio cuenta de la hora que era en Japón, aplicando la diferencia horaria entre países. Deslizó el dedo por la superficie con aprensión y contestó con un dejo preocupado en la voz.

—Asahi... —sintió el suspiro de Noya contra su oído. Le hizo estremecer de pies a cabeza. Se oía tan real que dolía; la sentía tan cerca que por un momento sintió la calidez de su respiración contra su cuello.

—Noya. ¿Estás bien? —interrogó preocupada. Sintió la risa lánguida y el tono de voz somnoliento al otro lado de la línea, y se relajó. Probablemente era una de las tantas locuras que hacía Noya, llamándola a una hora imprudente.

—Estoy... bien —su tono de voz era más grave de lo usual, más profundo y pausado—. Desperté hace poco. Estaba soñando contigo, por eso llamé.

Asahi se extrañó. Nunca habían soñado la una con la otra desde que se separaron. Era algo nuevo que se sumaba a la relación a distancia. Buscó indagar más, curiosa sobre lo que Noya había soñado. Una sonrisa suave se formó en su rostro, mientras acomodaba un mechón rebelde que se escapaba de su trenza, detrás de la oreja. —¿Qué soñaste?

—Que me estabas dando un oral. Uno de los mejores orales de la vida. Creo que los extraño.

Sin reparos ni titubeos, y directa como siempre, Yuu una vez más la dejaba sin palabras; solamente con lo que decía.

—Era tan real, que estuve a punto de venirme. Odio que estemos en países diferentes.

Una de las tantas escenas de Noya llegando al éxtasis, bien almacenada en su memoria, se vislumbró en su mente. Automáticamente la mano con la que no sujetaba el teléfono se posó sobre su entrepierna, haciéndole soltar un suspiro.

El Amor en los tiempos del VolleyballWhere stories live. Discover now