Es más oscuro antes del Amanecer

Retroceder

Al final del tercer año de Sasuke en la Academia, Fugaku pudo decir que estaba bastante contento con la gente de la que su hijo menor se había hecho amigo. Uno fue su excéntrico mejor amigo / rival, Naruto Namikaze, y la otra, Sakura Haruno. Sakura era una persona muy buena para tener como aliado, no hay duda al respecto. Aunque Fugaku estaba seguro de que ninguno de los estudiantes o los maestros sabían de sus prodigios talentos, no podía hacer la vista gorda. No cuando ella podía afectar a nadie a su alrededor.

Tomemos a Itachi, por ejemplo.

Apenas el año pasado, Itachi había estado actuando bastante extraño. Había estado evitando las reuniones, no mirando a sus padres a los ojos, y así sucesivamente. Pero mientras más Sakura se frecuentaba a su alrededor, él había vuelto a la normalidad, sin incidentes. Ella era una buena influencia para él, lo supiera o no. Fugaku tomó un sorbo de su té y miró por la ventana. Sasuke, Naruto, y estaban afuera entrenando.

Fue un tanto adverso acerca de dejar que tres niños de nueve años practicaran el lanzamiento de kunai solo. Estaban en el lado opuesto del pueblo donde estaba el complejo, y se estaba haciendo tarde. Así que cuando Mikoto terminó de limpiar después de la cena, Fugaku salió de la casa y mantuvo una considerable distancia detrás del trío de niños.

Una cosa que notó fue que Naruto y Sasuke hicieron todos los lanzamientos y disputas mientras Sakura se sentaba al margen y simplemente observaba. Estaba sorprendentemente tranquila y no parecía estar en guardia en absoluto. Fugaku tardó unos segundos en verlo.

Era un bunshin.

Se alejó de los campos de entrenamiento e intentó localizar a Sakura. Después de explorar con su Sharingan, la encontró en un claro diferente a una milla de distancia. Fugaku dejó que el rojo se desvaneciera de sus ojos y se escabullo a una rama por encima de la escena. Lo que vio hizo que su mente se quedara en blanco.

Un hombre, un relámpago shinobi- fue clavado a un árbol con las manos y el estómago empalado con una sola katana. Sakura estaba sentada con las piernas cruzadas sobre la hierba, puliendo shuriken. Lo sostuvo a la luz de la luna, sonrió ante su brillo y lo arrojó al hombro del hombre.

"¿Me vas a decir ahora?" preguntó ella alegremente. El shinobi escupió a un lado y fulminó con la mirada a la pequeña niña, pero no dijo nada. Su sonrisa creció mientras tiraba otra shuriken, esta vez golpeando su muslo. Fugaku se estremeció.

"¿Te sorprende?"

El Uchiha miró a su izquierda a Ibiki que había aparecido repentinamente.

"Su capacidad, quiero decir." Ibiki aclaró: "Su potencial se dirige hacia el lado más oscuro de los shinobi, bueno, no es que haya un lado más claro, pero sabes a qué me refiero".

Fugaku miró hacia el claro y se cruzó de brazos.

"No voy a mentir, lo hace. No era consciente de que ella es capaz de hacer algo así con una sonrisa en su rostro". Respondió tranquilamente. Ibiki se agachó y observó a Sakura sacar un sexto kunai, esta vez apuntando al muslo izquierdo. Dios, ¿qué era este hombre? ¿Un tablero de dardos?

"No es la primera vez, y ciertamente no será la última. Cuando mata a la gente, sonríe. No hay nada que la ayude".

Abajo, una vena apareció en la cabeza de Sakura. Ella estaba cada vez más agravada por su incapacidad para cooperar. Ella le arrojó otro shuriken en el hombro. Él no dijo nada, causando que ella se rompiera. Ella dejó que sus ojos se oscurecieran y lentamente se levantó del suelo.

"¿Crees que este es un juego de mierda? ¡¿Eh?!" ella gruñó La cabeza del extranjero se disparó ante el repentino cambio de voz:"¿Crees que tengo suficiente paciencia para tratar contigo? Ha pasado una hora y empiezas a enojarme. Así que este es mi trato. Te doy un minuto para decirme lo que intentaste lograr al atacar a mis amigos. Dime eso, te dejaré ir con un poco de tu miserable vida. Si no puedo abrir la boca, abriré tu cavidad torácica. Tú eliges".

Fugaku parpadeó y miró al interrogador principal.

"Su comportamiento... ¿esto sucede a menudo?"

Ibiki negó con la cabeza.

"No. Sólo la he visto así una vez antes".

Se calmaron de nuevo y vieron cómo la doble personalidad de Sakura tomaba el control. Sakura se quedó allí con los brazos cruzados durante treinta segundos completos, inmóvil. Los siguientes treinta segundos después de eso, senbon bañados en veneno habían sido apuñalados en cada espacio disponible visiblemente. Los segundos se convirtieron en horas para el hombre que trató de contener sus gritos agonizantes. Todo el tiempo, la niña inspeccionó sus uñas.

Finalmente, había sido un minuto entero. Sakura se burló y sacó un kunai.

"Mala decisión."

La vida lo dejó con el chasquido de sus pequeños dedos. Ella recogió todas sus armas y se alejó del cuerpo mutilado.

"Te dejaré la limpieza, sensei". Ella gritó: "¡Oh, y buenas noches a ti, Fugaku-sama!"

Fugaku e Ibiki la miraron mientras desaparecía en una nube de humo cargado de cenizas. Ella era verdaderamente notable. Mortal, pero notable.