Un té de cardamomo por favor

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-Ya tenés todo?

Si lo vuelve a decir una vez mas, la va a matar y no va a ser punible. Ella lo advirtió después de todo. La primera es Panda, abogada de profesión, bailarina de zumba por hobbie y madre por la gracia (o maldición) del universo. La segunda es María, mejor descripta como un stray cat (esta era la definición que usaba Panda cuando estaba contrariada con su hija).

Madre e hija se están preparando para un viaje de camping, no, perdón: Glamping, con las mujeres de la familia Arpía.

-Ya guardé todo en el auto -dice María mientras toma un sorbo de su mate cocido y se quema la lengua.

Panda la mira extrañada mientras se corta un pedazo de budín de limón glaseado y se sienta en la mesa de madera de la cocina.

-En qué auto? -pregunta casi sin pensar, saboreando la esponjosidad del bocado.

-En tu auto -responde María como la obviedad que cree que está diciendo.

-No vamos a ir en mi auto.

-Cómo que no vamos a ir en tu auto?

Y aquí empieza la pesadilla para María. Bea alquiló una van para ir hasta el sitio del camping. Perdón, glamping.

-Una van? Vamos a ir todas juntas en una van? Es necesario? Por qué no podemos ir en tu auto?

Panda intenta concentrarse en el budín e ignorar a su hija y lo logra. Así de bueno es el budín y así de cierto es el refrán que la comida es la gratificación más instantánea. O quizás el refrán no existe y es una creación mía, pero es cierta. Por alguna razón las mujeres que pasan los 55 deciden quedar solteras y se ponen gordas. La vida es simplemente mejor con un pedazo de torta a la noche. Y eso es un hecho.

Cuando Panda termina el budín, se da cuenta de que María la sigue mirando.

-Ya les dije que íbamos en la van y, además, no tiene sentido llevar el auto -responde y toma un sorbo de su te herbal.

María resopla.

-No puedo creer que accedí a esto.

-Un trato es un trato.

María se ríe sarcásticamente.

-Querrás decir una manipulación -aporta después de reír sarcásticamente.

La conversación termina ahí porque es hora de ver The Mentalist. Se enciende la televisión y las dos mujeres se conectan con el caso de un chica pura asesinada por los dueños del restaurant en el que trabajaba. Y así se va otro día.