1.- creación

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Un muchacho estaba caminando temerosamente por los estrechos pasillos de la preparatoria, era tan complicado el movimiento entre tantas personas están ansiosas por salir, pero, nada ni nadie se comparaba el, ya que, estaba tratando de escapar.

Alberca no iba a dar resultados en tratar de caminar entre la multitud, decidió meterse al baño, claro, recibiendo unos cuantos pisotones y empujones, una vez en el baño, se introdujo en el interior del Tercer inodoro. Ya que eran cinco, el último estaba descompuesto y lleno de mierda que ni el conserje quería entrar. Ya dentro del baño levantó las manos y las colocó en su boca para hacer el menor ruido posible, era tanto el miedo que sentía que sus manos no paraban de temblar.

El trataba de concentrarse para que no se le escuchase, Lamentablemente el azote de la puerta rompió esa concentración, es así que él escucha unos pasos lentos seguido de una voz fuerte y grave.

~ sé que estás aquí Álvaro, no te escondas~

Fue más estruendoso el ruido cuando empezaron a golpear cada una de las puertas abriendo las azotones.

Su mente estaba bloqueada por el pánico que sentía, ya iban azotando la segunda puerta, el tiempo era demasiado lento para la percepción de Álvaro, tocaron el tercer baño, el terror inundó a Álvaro por completo, la puerta no se abrió, una sonrisa se figuró en el rostro de Jonathan, el cual, era miembro del club de boxeo en líder de su grupo de "Bullys" o "matones", es tal que una vez golpeó  un profesor, tan sólo ganó el juicio porque el controlo a sus compañeros haciéndole creer al director que el profesor Estaba mintiendo.

Jonathan y sus cuatro acompañantes se colocaron al frente del Tercer baño y cada uno de ellos empezó a patear la puerta de ésta, El golpe de Jonathan fue el más fuerte causando que una de las bisagras del baño se dañará, Álvaro lo único que podía hacer era sentarse en la taza del baño y con las piernas impedir que entrasen a golpearlo, en el cuarto golpe causó que Álvaro se diera un golpe en el respaldo del retrete, lo peor de todo es que ahí tenía una cortada causada por el mismo Jonathan, es así que contrajo las piernas justo en el quinto golpe, aún retorciéndose de dolor, Jonathan lo sacó del inodoro y lo tiró al suelo el pasillo justo donde estaba el lavado,el espejo y la puerta que conducía el pasillo de la salida.

Le quitaron su mochila y todos los libros, cuadernos, lápices, y poco más, quedaron relegados a lo largo y ancho del baño, una vez hecho esto, tiró la mochila de inodoro.

~ váyanse muchachos, yo termino de hacer lo que resta, y por favor antes de salir, denle una patada, sean amigables~ Fue tanta la antipatía qué mostraba tanto en su rostro como en sus palabras, que se quedó observando con una sonrisa que recordaba a la de " Smile dog", esa característica sonrisa fue lo que lo hacía único, hasta los maestros les incomodaba que él sonriera al final del salón donde justo en su lugar estaba uno de los focos fundidos, era algo horripilante.

Una vez los dos solos en el baño, Jonathan sacó un pañuelo negro de su bolsillo derecho y lo empapo de agua en el lavabo, Álvaro lo veía con intriga, Aunque........ No podía hablar en ese momento, Por más que quisiera no podía, no por el terror o por la intriga, sino porque una de las patadas le dio en la cara rompiéndole el labio inferior por completo.

Una vez el trapo mojado, tomó Álvaro, lo acostó con la mirada hacia el techo lleno de chicles, después tomo los brazos y las piernas de este, Y por último, colocó el trapo húmedo sobre la cara de Álvaro el cual, comenzó a sofocarse........ se estaba ahogando, después de 30 segundos retiró el pañuelo, Álvaro por su parte tomó una bocada de aire y comenzó a toser.

Jonathan no estaba satisfecho, es así que decidió volver a mojar el trapo, cuando se le iba a poner, nuevamente en la cara, se le olvidó el pequeño detalle de tomar los brazos y piernas es así que Álvaro le dio una patada en el tobillo con las pocas fuerzas que tenía e hizo que Jonathan resbalara con el charcoo de agua que provenía de El trapo mojado, al resbalarse Se golpeó con la punta del zapato de Álvaro, justo en la manzana de Adán, causando que se empecé a asfixiar, tomó sus cosas, algunas llenas de mierda que tuvo que tomar, después de recoger sus cosas se apresura hacia la puerta, la abrió, y salió corriendo rumbo a su casa sin importar la horrible y atroz cara que mostraba Jonathan, parecía una momia viva.

Llegando a casa, notó que la puerta de esta estaba cerrada, su tía no había llegado. Con su mano temblorosa sacó sus llaves de su bolsillo izquierdo, abrió la puerta, subió las escaleras y se encerró en su cuarto.

~ Esto está mal, ¡ muy mal! ,¿ qué voy a hacer?.¿¡ qué voy a hacer!?, sí descubren que yo lo mate me llevan preso por asesinato~

Colocó sus manos en su cabeza y con sus dedos entre su pelo empezó a pensar en lo que iba a suceder, eso mientras estaba arrodillado en el centro de su cuarto, de repente, el silencio inundó la habitación, por alguna extraña razón dejó de llorar y empezó hablar con sigo mismo.

~no,no,no,nada pasará si nadie dice nada, debo deshacerme de los Testigos, no,¿ que estoy diciendo? No puedo hacer eso, pero.....¿ en realidad importa?, es decir a quién importaría que ellos desaparecieran ,pero¡no! ,No jamás voy a ser como mi padre, No seré jamás como el~

Tomo un cuchillo de la cocina y lo llevó a su cuarto Cerro cortinas y la puerta de su cuarto y empezó a reír desconsoladamente, todo el dolor y su labio roto se habían esfumado.

Negra tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora