1. Prisión.

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-Juro, te prometo que conseguiré el dinero para pagar tu operación - dije, mis mejillas ya estaban cubiertas de lagrimas.

-Hijo...no lo hagas, mi enfermedad está muy avanzada; es una operación muy arriesgada - decía mi mamá con pocas fuerzas y tratando de contener el llanto, puedo verlo en sus ojos.

-No quiero perderte, eres lo único que tengo, no sabría vivir si no estas a mi lado, te amo mami - me lancé a sus brazos.

-No me perderás, siempre estaré contigo... Cuando ya no esté en este mundo solo háblame. Háblale al viento y yo te escucharé.

-Mamá... - fui interrumpido por mi celular, era una llamada importante, era el momento de hacerlo - bueno.... si claro....ya vengo..... no te olvides de nada....si... no encontré el mejor momento...bueno, esta bien....nos vemos.

-¿Quién era hijo? -noté demasiada angustia en su voz.

-Me tengo que ir - ignoré su pregunta - traeré el dinero - tomé su mano y la besé delicadamente.

-Vuelve pronto, te amo.

-Yo también te amo, hasta pronto - me acerqué a darle un tierno beso en la frente, esto se sentía como un Adiós... Tal vez lo era.

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-Ten, tapaté si no quieres que nos descubran - dijo mi amigo.

-Me arrepentí, no quiero cometer un delito - no lo voy a negar, tengo miedo de lo que sucederá en este momento.

-Todo esta planeado, no iremos a prisión, hazlo por tu madre.

-Tienes razón, haría lo que sea por ella - me puse aquella máscara la cual cubriría todo mi rostro.

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-¡Shit!, ¡corre! Nos estan alcanzado - le gritaba mientras corría a toda velocidad.

-¿Qué crees que hago? - me decía en forma de sarcasmo. No era el momento para eso.

Llegamos a un callejón oscuro, estaba seguro de que nos encontrarían, era mas que obvio porque nos vieron llegar aquí...

-Quiero que pagues la operación de mi mamá, yo los distraeré - le dije sin pensarlo dos veces.

-Claro que no, saldremos de esta Joel...podemos esca-

-¡Vete Riki! - le grité interrumpiendo.

Me miro como 2 segundos y me abrazo fuerte, definitivamente era un adiós para mi amigo y mi madre....

-Corre, yo los distraigo - le di aquel saco con los dólares que robamos en el banco, los tomó y salió corriendo, al poco tiempo perdí la vista que tenia de él.

Escuche a la policía caminar por el lugar, hice un pequeño ruido con los botes de basura, lo escucharon y ahora estoy corriendo lo mas rápido posible con una bolsa de basura suponiendo que es el de los dolares.

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-mierda - maldigo mientras trato de levantarme, si, caí cuando traté de mirar atrás y estar seguro de que ya los perdí pero fue absurdo, tropecé con una roca grande, y creo que me fracturé el tobillo derecho.

Me levanté con el dolor mas fuerte que pude sentir, apenas podía caminar. Llegaron los policías, me agarraron, iré a prisión. Es mi fin...

-Tu vendrás con nosotros - dice uno de los policias.

-¿Donde esta tu cómplice? - dice el otro.

-¡Si no hablas tendrás consecuencias chamaco! - nisiquiera habíamos llegado a la comisaría y ya me estaban interrogando.

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-Usted queda sentenciado a 3 años en prisión por un robo de 30.000 $us - dice el juez que esta al frente mio.

3 años... 3 años sin mamá.

Me asignaron un abogado pero éste no movía ni un dedo para hacer algo, además tenían las cámaras del banco el cual yo robé, podían ver la ropa que traigo puesta aún.

Recibí unas cuantas palizas por parte de la policia al no confesar a mi cómplice.

Lo bueno es que mi madre ya tiene para la operación.

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-Riki, dime !!¿dónde esta mi hijo?!! -preguntó una Patricia muy alterada.

-Tranquila Señora el esta bien - dice Riki tratando de calmarla.

-¿Dónde está? - preguntó más calmada.

-Se fue del país en busca de trabajo, por ahora yo le presté el dinero con ayuda de unos contactos -

-¿Cuándo volverá? - preguntó y una lagrima resbaló por su mejilla.

-No lo sé, pero usted tranquila, el no esta en líos -

- No se si creer en ti - hizo una pausa - pero no tengo de otra - soltó más lagrimas y empezó a llorar a mares - solo quiero a mi hijo a mi lado, estos últimos dias, quiero volver a abrazarlo por ultima vez - puso sus manos cubriendo su cara.

-¡Hey! - dijo acercándose para abrazarla - vendrá, además dijo que no quería que usted esté triste, por eso no se despidió pero le aseguro que su ausencia no será por mucho tiempo. Piense que cuando él vuelva usted estará bien de salud.

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Me llevaron a la cárcel, quizás este gran cambio en mi vida arruine todo, quizás mi madre nunca me perdone por lo sucedido.

-Ten, esté es tu uniforme - dijo un guarda lanzándome dicho uniforme en la cara.

Me dirigí a mi correspondiente celda y en eso, siento varias mirada sobre mí, como si nunca hubiesen visto a una persona entrar a la carcel, dudo que yo sea novedad.

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La celda olía horrible, jamas pensé pasar por una cosa así. Aquí tu cama esta al lado del retrete; es asqueroso.

Vi a un hombre recostado en la cama mientras yo ingresaba a "nuestra" celda. Se miraba amable, lo digo por su apariencia.

-No quiero un compañero - habló dicho hombre de manera tan molesta. "No te fijes en las apariencias" decía mi madre, ahora lo entiendo.

-Eh Eh silencio - respondió el guardia - Tú - dijo señalándome - acomódate y no quiero peleas - advirtió.

-Con que nuevo - dijo mirándome con una mirada pícara.

-¡No! Llevo acá ya unos 5 años. No sé porque no te diste cuenta - dije sarcástico.

-Mira, acá no te vengas hacer el imbécil ¿Te quedó claro? - Y en un solo segundo estaba ahorcandome.

-Esta bien, no busco problemas - dije mostrando las palmas de mis manos.

Eso me hizo ver mas débil de lo que soy.

-Los estas encontrando, asi que portate bien si no quieres salir herido, estas en una prisión - era hora de mostrarle con quien realmente esta lidiando.

-Crees que no lo sé, ¡INEPTO! - Ahora era yo quien tenia las manos sobre su cuello, iba a darle un golpe pero el guardia habló.

-¡¿Qué esta pasando?!, no quiero peleas en este lugar - nos separó.

-Tu no te metas. Déjame romperle la cara a este imbécil, que se lo merece - dije.

El Verdadero Enemigo || Virgato - Joerick [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora