Minutos pasaron pero no vi a Riki entrar por esa enorme puerta.
Fue inevitable no sentirme mal, ¿por qué no venía ?
Me levanté resignado preparado para regresar a mi celda, quizá el no vendría.
Heché un último vistazo a la puerta y milagrosamente lo vi entrar por ahí, sonreí como idiota y me acerqué a él.
—Riki... — mencioné.
El sonrió y abrió sus brazos, yo sin pensarlo corrí hacía ellos.
—Te extrañé ¿como estás? — preguntó.
—Bien, todo normal acá — dije felíz — ¿como está mi mamá? — pregunté.
—Ella está bien, un poco triste porque te fuiste sin despedirte pero todo bien de salud — avisó mientras ambos nos sentabamos en algún lugar.
—Me alegra saber eso — dije soltando una sonrisa — ¿tu como estas? — pregunté.
—Ya tengo trabajo y me va super bien — avisó.
—Me alegra, dije.
—¿cuánto te dieron? — preguntó.
—3 años — respondí encogiendo mis hombros.
—Estoy buscando un abogado — avisó — veremos la manera de sacarme de aquí — dijo acariciando mi hombro.
—Bien Riki, bien...
Conversamos un poco más en las últimas horas, me despedí de él y le dije que continuará informándome sobre la salud de mi madre.
[>>>]
Quería orinar, me levanté de la cama y me acerqué a las rejas, busqué a alguien para decirle mi problema y que me dejara ir al baño.
Busqué con la mirada y vi a lo lejos a un Christopher apoyado en la pared con el celular en las manos.
—Christopher — grité en susurro — Christopher — volví a gritar, ya que no me escuchaba.
Dejó de mirar su celular y dirigió su mirada hacia mí.
Me miró confundido y con los labios dijo un "¿qué?" bastante bajo.
—Ven — lo llamé. Estiré la mano e hice una señal para que viniera, dudó un poco pero empezó avanzar hacia mí.
—Que quieres — dijo un Christopher serio.
—Quiero ir al baño — pedí bajito.
—¿Si sabes que estas en la cárcel? No puedes salir, idiota — dijo de la manera más obvia posible.
—Pero estoy que me meo — dije en tono de súplica — por favor, no voy a escapar — dije — además, ¿cómo escaparía?.
Pensó un momento antes de responder.
—No — dijo serio — méate ahí dentro.
—QUE — dije enojado — oh vamos, no puedes ser un malvado.
—Que no.
—Por favor — dije al borde de la desesperación.
Gruñó — Bien, como chillas... — dijo antes de empezar a abrir la reja.
—Que sea rápido — dijo fastidiado.
Cuando abrió la reja, me tomó del brazo y me llevó a los baños, entramos y el se quedó en la puerta para asegurar que no haga algo loco.
—¿ya? — preguntó desesperado porque me había tardado mucho.
—Déjame mear tranquilo — dije fastidiado.
—Como tardas — susurró.
—Siempre eres así de gruñón — pregunté mirándolo.
—Sólo contigo — dijo serio.
—¿Por qué? — pregunté curioso.
—¿Todavía lo preguntas? — dijo en respuesta.
—Pues no se que hice — dije levantando los hombros y apuntando en el hoyo para mear ahí.
—Éste no es tu mundo, eres muy frágil para estar aquí — dijo — y no haces el mínimo esfuerzo para encajar, si sigues así van a matarte aquí dentro — dijo.
—No quiero encajar, y se defenderme. Aparte...¿tu como sabes que no intentó encajar? — pregunté. Y no obtuve respuesta.
Terminé y me acerqué al lavado para lavar mis manos. Pero no salía poca agua y sólo era un pila, una pila oxidada y vieja.
Christopher sólo observaba como lo hacía.
—Bien, vamos — dijo un poco serio.
Empezamos a caminar hacía mi celda, él me tomaba del brazo como al principio y en eso escuchamos voces de otras celdas.
—Esa parejita — dijo una voz desconocida en tono burlón.
—Uy ¿a donde fueron? — preguntó otro, me sentí un poco incómodo.
—A la siguiente me toca, oficial — le dijo alguien a Christopher.
Estaban insinuando que yo me acosté con él, lo admito, estaba guapo pero ni que fuese a tirarme encima de él por una follada. No era mi estilo.
Vi como Christopher tenía la mirada hacia adelante, él ignoraba lo que decían, quizás era costumbre ese tipo de comentarios. No lo sabía, yo sólo estaba ahí ya 4 semanas.
—Listo, ahora entra — ordenó una vez que haya abierto la reja.
—Gracias — susurré y me dirigí a mi cama.
[>>>]
—Éste es el plan — comenzó a hablar Zabdiel ¿de qué plan me hablaba? Yo apenas me desperté y él comenzó a hablarme — Te encerraré con él en el depósito — dijo emocionado.
—De que me hablas Zabdiel — dije con un tono confundido mientras me frotaba un ojo.
—Te encerraré con Christopher — completo.
¿Estaba loco acaso?
—¿Estas loco? — le pregunté con el ceño fruncido.
—Algo.. — dijo mirando sus uñas — pero eso no importa, ¿querías acercarte a Chris, no? — recordó.
—Yo nunca dije eso — aclaré.
—Tu no, pero tus ojos si — dijo felíz.
—Vaya, que intenso saliste — dije burlón mientras rodaba los ojos — no quiero que me encierres con Christopher — dije serio.
—Si, ajá — dijo y salió de la celda para ir al patio, ya casi era medio día y eso significaba comida, almuerzo apestoso.
Me levanté y lo seguí, pedimos comida y fuimos a sentarnos en una mesa, que por cierto, no tenía el concepto de "bonito" y "acogedor". Nada de aquí lo tenía.
—Escucha — me llamó la atención — cambiaremos un poco y entras al depósito, luego yo le digo a Chris que vi a dos sujetos entrando ahí, él entrará y es ahí donde yo cierro la puerta y lo aseguro con alguna madera, que por cierto la encontré con cual — dijo simple.
Esa idea no me gustaba en lo absoluto.
—Tampoco estoy desesperado Zabdiel — dije serio y con una mirada fulminante.
Él gruñó un poco antes de hablar.
—Pero... bien, como quieras — dijo en tono indiferente.
Yo sólo asentí y continuamos comiendo.
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El Verdadero Enemigo || Virgato - Joerick [PAUSADA TEMPORALMENTE]
RandomJoel Pimentel un chico de bajos recursos, un chico que batalló demasiado para conseguir un trabajo. Tras no encontrar uno, es obligado a robar. Y es que no tiene de otra. Su madre necesita esa operación; la cual es muy costosa. Él cae en prisión y e...