Cap. 2

2.8K 225 29
                                    

Ya cuando desperté, el olor a quemado me persiguió. Miré a mi alrededor y el fuego apareció por todas partes. La casa se estaba quemando. Asustada por lo que estaba pasando, no dudé en tomar mi teléfono. Sólo debía hacer algo, y lo encendí para marcar el número de los bomberos.

—¿Hola? —contesté. A lo que nadie contestó. —¡M-mi casa se está incendiando!

Desenfrenadamente comencé a toser sintiendo como el humo llenaba mis pulmones. Miré otra vez el fuego que provenía del pasillo y supe que no había salida. No tuve otra opción más que idear un plan para saltar por la ventana sin romperme un hueso, y en todas las posibilidades terminaría con más de un hueso roto. Me rompería una pierna si saltaba.

—¡Xiao! —grité tapando mi nariz con mi antebrazo para que el humo no me consumiera. Al gritar mi tos se hizo más intensa y me agaché al ver que más humo estaba entrando por la puerta.

Comencé a toser sintiendo como el humo pasaba por mis pulmones llenandolos haciendo mi respiración más dificultosa. El pánico me invadió, pues Xiao no contestaba y no se veía correr por el pasillo. Las lágrimas aparecieron y toda esperanza por vivir se fueron. Quise volver a gritar, pero solo cerré los ojos esperando mi muerte.

—¡Hey! —mi vista se levantó asustada de inmediato al ver a aquel chico asustado a igual que yo. ¿Cómo es que pudo cruzar el pasillo?

—¡Ayúdeme! —grité alzando mi mano. Él se acercó corriendo hasta mi y me ayudó a levantarme.

—¡Estás soñando! —gritó agitado. La escena ante mis ojos no parecía un sueño, y me alegraba saber que aquel chico me estaba ayudando a tranquilizarme. O eso intentó. —¡Imagina que no hay fuego!

—¿Qué? —pregunté al ver que el pelinegro hablaba enserio. Su expresión estaba seria, no quise creer aquello así que solo lloré. ¿Estaba diciendo que no hay esperanzas de que viva?

—¡Estás soñando! ¡Reacciona! —gritó Protegiendome de algunas cosas que ya comenzaron a desplomarse en el suelo. Asustada de todo lo que sucedía, intenté mantener mi mente en blanco, pero lo único que podía imaginar es fuego, llamas, humo, todo lo relacionado con el incendio. —¡Nos matarás si no lo haces!

El chico a mi lado me observó asustado y las lágrimas ya se habían secado de mis ojos. No podía entender lo que estaba sucediendo, aquel chico me decía que todo esto es un sueño, pero todo es real. Si no fuese un sueño, ¿por que me cuesta respirar debido al humo? Sin poder creerlo, lo observé y asentí. Tal vez si lo hacía su locura se calmaría. Así que cerré los ojos e imaginé la casa tal y como estaba la noche anterior, el libro que había ojeado tirado en el suelo, la taza con cereal de hace dos días y el armario desordenado.

—Lo lograste... —escuché decir al chico. Al abrir mis ojos, no podía creerlo. El humo y las llamas habían desaparecido como si una especie de magia se lo llevara.

—¿Q-qué es esto...? ¿Por qué... Se ha ido t-todo? —pregunté. Mi habitación permanecía intacta, así como lo estuvo en la noche. Me giré para observar aquel chico desconocido, no había reaccionado hasta ahora. ¿Por qué hay un chico desconocido en mi habitación? —¿Quién es usted?

—No sabía que podría encontrarme con un sueño tan difícil de controlar, ¿Sabes que pudiste morir si no reaccionabas? —preguntó lo observé incrédula y más aún por el hecho de que me hablaba sin honoríficos.

—¿Q-qué? —volví a preguntar. Estaba incrédula se podría decir que asombrada, pero esto no es algo normal.

—Es decir... Me he encontrado con otros sueños donde se caen de un acantilado, pero jamás creí que me encontraría con un incendio. Al parecer hay algo que te ha estado preocupando... —dijo observándome.

—¿Quién es usted? —pregunté fuertemente. Al ver mi expresión seria, el tipo hizo lo mismo que yo. Al cambiar su expresión, me dio una sensación de escalofríos, su mirada se volvió penetrante incluso intimidante para mí, pero aún así, pedía una explicación y sería valiente ante esto.

—Eso realmente no importa. Hay alguien que ha estado manipulando tus sueños. Escúchame, tal vez no vuelvas a verme, si tienes dulces sueños. Te recomiendo tener un atrapasueños en tu habitación. —sugirió. Él se volteó y caminó hasta la puerta.

—He hecho una pregunta, ¿No va a responder? —pregunté. Aquel chico detuvo su andar y se giró para darme una sonrisa.

—Que tengas bonitos sueños. —dijo para luego salir por la puerta de mi habitación.

La molesta alarma sonó y un dolor de cabeza se asomó dando una punzada. Abrí los ojos con dificultad y apagué la alarma. De pronto, como si de un golpe se tratara, llegó aquel sueño... Ha sido uno de los más extraños que he tenido en años. Es algo... Extraño. Es decir, aquel chico jamás lo había visto en mi vida.

—Hija, ¿Estás despierta? —se escuchó por el otro lado de la puerta para luego ser abierta. Mamá apareció curiosa. —¡Dios! ¿Qué te ha sucedido en la nariz?

Mamá se acercó rápidamente hasta mí para luego levantar mi mentón. —¿Qué tengo?

—Sangre. —dijo. Ella me levantó de la cama y luego me arrastró al baño para limpiar mi nariz. —Al parecer te has golpeado con algo. Sé más cuidadosa, hija. Te has golpeado con la pared.

—Eso parece... —dije. Aunque sabía que la sangre era por aquel sueño.

Between Dreams |Mark Lee (NCT) & tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora