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Sentía que la presión alrededor de él iba a hacerlo explotar, pero tampoco se tomó la molestia de soltarse.

— ¡Tanto tiempo, Jungkookie ah!

Correspondió el abrazo mientras la chica no paraba de chillar. ¿Dónde carajos se había metido Hoseok? Requería de ayuda urgente.

— Sí, sí. Yo.. — cuando los belfos de la pelinegra rozaron su mejilla, todo se temperó a un momento incómodo. — ah.. — comenzaba a mover su rostro buscando los labios del inmóvil chico, la respiración hormigueándole los poros, como queriendo obligarlo a besarla.

¿No puedes ser más disimulada? maldita niñita.

Jungkook abrió su boca listo para decir algo a su favor, pero no fue su voz la que se oyó.

—¡Epaa! — profirió una tercer sujeto, quien de repente se hallaba unida a la situación. La muchacha frente a él sacudió su organismo y soltó a Jungkook abruptamente antes de que ambos se voltearan hacia el susodicho— perdón si interrumpo, linda, pero necesito de este hombre.
Sonrió tajantemente, tironeó el brazo del azabache sin cuidado y empezó a caminar con él a rastras detrás de sí.

Luego de unos largos segundos Jisoo se giró violentamente, logrando encajar sus furiosos ojos con los de él.

— Te acabo de salvar la retaguardia, ¿y no me vas a decir nada? Y así te considero mi mejor amigo.

— Me lo estaba pensando, de hecho. ¿debería? — optó por un mohín pensativo — Tampoco hubiera sido mala idea iniciar el año así.

Podía ver las llamas salir disparadas de sus pupilas.
— Conoces a este tipo de chicas. Harán que las beses y luego se irán diciendo que las has manoseado

Arrugó su nariz. Odiaba que siempre tuviera toda la maldita razón.

— Cómo sea, ¿querías algo?

Jisoo juntó las cejas.
— ¿Que acaso ya no puedo necesitar de ti? ¿de tu presencia? — suspiró melancólica y se llevó una mano al corazón.
Sostuvieron la mirada del otro por un tiempo, luego Jungkook soltó una risa.

— No, basta, Jungkook, corazón mío..~— finalmente aflojó la empuñada chaqueta del azabache, ubicando ambas manos en el cuello de la cuerina y jugueteando con el ancho recorte en V. Éste último se replanteó salir corriendo o no, puesto que cuando la de pelo violáceo usaba ese tono de voz aquello implicaba ser parte de sus planes.

—No, Jisoo, sea lo que vas a decir. Me niego completamente.

Se esperaba una rabieta o puñetazos hasta que lograra convencerlo como de costumbre, en cambio, las facciones de la chica se relajaron. Ella se cruzó de brazos y Jungkook únicamente la examinó de pies a cabeza con un deje de extrañeza.

— Me acaba de llegar Call of duty Black ops 4 y..

— ¿Qué tengo que hacer?

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— Me estás jodiendo, ¿no?

— ¿Quieres el puto videojuego o no?

Suspiró, sentándose en la banca del patio. Válgame Dios..
¿En serio había accedido a ser un mensajero y cupido?

— Por favor Jungkookie, es simple, además eres un chico abiertamente sociable y no se te hará difícil.. — puchereó, zarandeando al pelinegro. — Y, y, y es que es tan, pero tan lindo.. Ah, mierda.

Respiró más profundamente. Si bien no le costaba trabajo entablar conversación con ciertas personas, hacerlo por circunstancias ajenas era.. Raro. Pero a cambio obtendría algo que estaba fuera de su alcance. Restregó las palmas por toda su cara, vale, vale, la cordura la perdería pronto y quizás podría lograrlo. Solo sería ir, hablar con el reciente flechazo de Jisoo y hacer que la tome en cuenta; saldrían, vivirían felices para siempre, tendrían hijos y morirían por alzhéimer a los sesenta años. Sonaba simple.

— Es más que simple, vamos, vamos, vamos. Tiene clases contigo ahora y se sienta al lado de E'dwan. ¡Vamos!

¿Qué?
Jungkook resopló.

— ¿Necesito saber ahora cuantos litros de agua bebe al día? Dios, Jisoo,  ¿Hace cuanto lo conoces? 

Hizo un pequeño bulto con sus labios, enseñó su palma y flexionó los dedos mientras contaba.

— ¿Veinte minutos? ¡Me dijo Buenos días, Kookie! Y ay, sus ojos son tan preciosos.. Luego lo dirigí al salón y sentó en un pupitre compartido con E'dwan hyung, ah eso ya te lo dije ¿verdad? De todas formas intenté hacer que se sentara a tu lado pe..  Espera ¿dónde te vas a sentar? Jennie me dijo qu..

— ¡Bien, ya!

Sí, todo el tiempo fue precavido, de modo que si Jisoo se ponía a hablar sin parar; o dejaba en claro que estaba nerviosa, lo hacía para que terminaras aceptando lo que se te venía como tormenta, o ambas opciones. En ese momento no sabía por cual guiarse.

— ¿Cómo se llama? —preguntó ya derrotado, limitándose a verla desde su posición.

Ella se encogió.

Jungkook formó una O con sus labios y se incorporó de un salto.

— ¿¡De verdad que no sabes!?

— ¡Está usando una pañoleta roja en la cabeza!

— Yo.. Agh.. Me las vas a pagar bien pagadas. — la apuntó con un dedo acusador listo para irse en cuanto el timbre resonó en sus tímpanos. — ¡Y más te vale, Kim Jisoo! ¡Y si..!

— Prometo ayudarte en todo lo que tenga que ver con Literatura.

— Hecho.

Sus zapatos resonaban fuertemente en las baldosas rojas como castigo por haberse engañado a él mismo tal vez, así lo veía. Su mente seguía procesando cómo es que lo haría, la amistad hilada con chicos actuales fueron causados por temas de habla y voluntad propia, nada de lo que se sintiese obligado.
Aunque en ese instante tampoco lo sentía así, ¿ven cómo el desgraciado se engañaba a sí mismo? Qué frustrante.
Sonrió cuando un grupo de chicas pasó delante de él riendo quisquillosas ante tal acto, si mal no recordaba pasaban a segundo de preparatoria. Un detalle incoherente, pero es que necesitaba concentrarse en otra cosa.

— Vale, no es para tanto, no exageres. — murmuró.

El salón D-1 casi se iluminó sobre él, recién ahí se dio cuenta que las puertas de madera llevaban placas incorporadas con inscripciones que lo destacaban.

— Bienvenido seas Jeon Jungkook.. — Dijo para sí.

Jaló de la manija y lo primero que vio fue a Jung Hoseok sentado en la mesa del profesor con un alumno nuevo parado frente a él.

— ¡Hola, Ggukie! — Saludó el pelirrojo una vez levantó la cabeza y lo vio, después bajó el volumen de su voz volviendo a mirar a aquel castaño. — ..es Jungkook.

Y cuando el recién ingresado dio media vuelta, la boca se le secó de golpe.
Se tocó el antebrazo aclarando que el pulso le comenzó a descender velozmente, sus pupilas se volvían diminutas y la respiración errática le cercenaba perfectamente la faringe.

Esto n..

— ¿Qué pasa, Jungkookie? Es como si acabaras de ver un cadáver..

El choque de acontecimientos vinieron como rayos a su cerebro. No, como flashes. Violentos flshes que le nublaban la visión.

Era él.

El del supermercado.

Usando una jodida pañoleta roja.

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⏰ Última actualización: May 01, 2019 ⏰

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just a wrong phobia, supermarket poet. 芸術 kooktae.♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora