Witch's life

#1

N/A: Primer trabajo exclusivo del grupo japonés lol de la compañía AVEX, ya había jugado con los chicos de este grupo y los de KARD en los escritos de ALGÚN DÍA y LA MEJOR PARTE, pero esta ocasión sólo utilizaré su universo en una situación completamente alternativa.

Varias personitas me habían pedido trabajos sobre este grupo, después de algunos problemas técnicos aquí está la dosis de tres capítulos para iniciar esta aventura.

ADVERTENCIA: Sí las parejas utilizadas o el grupo en particular no es de tu agrado, te pido que no lo leas, y sí deseas continuar sólo pido el respeto hacia mi trabajo y esfuerzo.

¡Disfruta la lectura!

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WITCH'S LIFE

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¿Qué si sabía en lo que me metía?

Ah...

No realmente.

Pero... hey, ya estoy aquí ¿qué más puedo hacer?

― ¡Yusuke, abajo! ―

Con pesar y torpeza hice caso a la indicación que gritaba aquella chica de corto cabello rubio.

Mi mejor amiga.

Mi novia.

Observo desde el suelo como ella salta hacia un lado con intención de esquivar el ataque de ese demonio de aspecto grisáceo.

¿Demonio?

Ah sí, mi novia... esa hermosa y cachetona chica de corta cabellera rubia es un tanto...

... especial...

― Los aniquilaré a los dos ― Habló con voz de ultratumba aquel aterrador sujeto, o cosa o lo que sea, pero era de miedo.

― Ya me cansé de ti idiota ― Escuché la sentencia de Hibiki al momento que hacía un ademán y el ser monstruoso salía volando varios metros mientras maldecía su mala suerte y su absurda distracción.

Gracias al cielo no había personas cerca.

Aunque ahora me pregunto que eso no puede ser coincidencia, pero en fin, no me quejo.

― ¿Estás bien? ― Me preguntó ya estando a lado de mí para ayudarme a ponerme de pie.

De inmediato me giré a ella. ― ¿Tú estás bien? ― Contraataqué.

Ella suspiró. ― Sabes bien que sí ― Me miró de arriba abajo, como asegurándose que no tuviera alguna herida. ― ¿Qué estás haciendo aquí? Te dije que nos veríamos en la cafetería...―

Puse mis manos adelante, interrumpiéndola. ― Lo sé, lo sé... pero estaba preocupado ―

Ella me miró con aquel gesto de no puedo creerte y yo suspiré esperando que dijera lo que tenía qué decir.

― Hace un año no eras así ― Entrecerró los ojos y varios segundos después, sonrió a sus anchas. ― Ahora pareces un viejito preocupón ― Me picó el hombro con simpatía y yo sonreí.

Claro que tenía razón.

Mi forma de ser cambió de forma radical hace casi un año.

¿Y cómo no hacerlo?

Sí mi novia es una bruja.