De reojo noté que Hibiki se aferraba a mi chaqueta con la intención de cubrirse de la brisa fresca que empezaba a azotar.
Ambos estábamos sentados en una banca en una zona lejana del parque de la ciudad, la tarde estaba por caer y la temperatura del ambiente igual.
Me froté ambas manos entre sí para generar un poco de calor.
Pero creo que más bien era un gesto involuntario para que dejara de temblar.
El silencio reinaba desde que derrotamos, por así decirlo, a ese ser monstruoso. Ella callaba por miedo y yo seguía en shock.
― ¿No vas a preguntar? ― Pidió ella con un aire notoriamente deprimido.
Me pasé una mano por mi cabello castaño; estaba esforzándome porque las palabras que salieran de mí fueran congruentes, pero simplemente no podía.
― Es... es que... no sé por dónde empezar ― Respondí con sinceridad.
Dejemos algo en claro.
Hibiki siempre fue hiperactiva, loca y le encantaba reír por todos lados. Era como una pequeña bomba de felicidad andante.
Pero esto...
Poderes mágicos, demonios y quien sabe que tantas cosas más, era algo que simplemente no me cabía en la cabeza.
Observé de reojo como ella se removía de forma incómoda sobre el lugar.
Imagino que quiere irse de ahí, pero no puedo dejarla ir tan fácil, por más duro que pueda ser, necesito respuestas.
― Soy tu mejor amigo... ― Empecé de forma tranquila. Sorbí por la nariz, tal parece que el cambio de temperatura ha actuado en mi cuerpo; la miré de lado. ― ¿Por qué...? ―
Ella frunció los labios.
― No quiero que pienses mal ― Se giró de forma brusca. ― ¡Claro que eres mi mejor amigo! ― Me aseguró.
Me giré para encararla. ― ¿Entonces? ―
Hibiki volvió a encogerse en su lugar. ―... Es algo que recién yo también estoy asimilando ―
Alcé una ceja. La conozco de años, esto no es recién... hay algo más.
― Soy una bruja ― Confesó sin más rodeos, sus enormes y brillantes ojos cerrados de forma agresiva.
― ¿Bruja? ― Repetí, o al menos fue lo que salió de mi seca garganta. Parpadeé. ― Ok, ok... ¿y esa cosa qué? ― Interrogué haciendo referencia al encuentro de hace un rato.
Hibiki abrió los ojos y suspiró. ― Es un cazador de brujas, asesinan para así absorber sus poderes y hacerse más fuertes ― Jugueteó con sus dedos y yo sólo podía seguir atento a sus explicaciones. ―... el portal se hace cada vez más grande ― Su mirada se volvió repentinamente seria. ― Esa cosa que viste... no es el último ―
La forma en que me lo dijo me hizo darme cuenta que no bromeaba en lo absoluto.
Y que a partir de ahora nuestra vidas ya no serían igual.
Detecté que su blanco cuello ahora tenía las rojizas marcas de las garras de aquella bestia. Ver aquello me dio el impulso para prometer de forma silenciosa, que estaría allí para ella sin importar qué.
Estiré mi brazo atrapándola para que se recargara en mi hombro.
Nos quedamos ahí hasta el anochecer.
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Witch's life
FanfictionLa vida de una bruja no es fácil, acompañemos a Hibiki y todos sus amigos en esta nueva aventura. |Viñetas-Capítulos cortos|