Un sueño que no puedo ser

El día antes de partir

A orillas del rio me encontraba dibujando todo lo que mis ojos fueran capaces de ver. Era su lugar secreto. Solo lo conocían unos pocos de sus amigos de la infancia. Ese día se encontraba trepada en un árbol viendo a una pareja de siervos sorber agua bajo los rayos del atardecer. Prefería dibujar animales o follaje antes de trazar líneas para hacer un rostro. Pero había una persona de quien no paraba de hacer retratos, ya sea a lápiz o en acuarelas.

Ese día vio a una joven pareja de enamorados sellando su relación con un tierno beso. Como artista seguramente la inspiraría para comenzar una ilustración pero solo se escucharon el sonido de débiles gotas chocando con el piso. Nadie pensaría que sería hermoso ver al chico que hace un tiempo le jurase su eterna devoción en los brazos de una mujer extraña. Se preguntaba porque no forcejeaba o se intentaba separar.
No estaba enamorada e incluso fue ella quien hace tan solo un día o dos lo rechazo. Era lógico que al no poder encontrar un amor mutuo a su lado se fuese en busca de alguien quien pudiera corresponder sus sentimientos. No lloro por el chico que tenía enfrente sino por el recuerdo que por culpa de él regreso a su mente. Sentía envidia de cuán rápido la había olvidado si tan solo ella fuera capaz de hacerlo.

Pues listo esto es de antes que partiera a estudiar en el extranjero, igual súper cortito. Pero es comienzo.