capitulo 13

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Xia Chunyu escuchó el ruido y levantó la vista, sus ojos brillaron visiblemente al verla. Se veía tan simple, elegante y coquetamente encantadora con ese abrigo blanco y un vestido carmesí de cien pliegues. Su atuendo contrastaba con su rostro sonrojado, sus ojos agudos e inteligentes, hermosos y conmovedores. De hecho, el estilo simple y elegante definitivamente se adapta mejor a ella.

"¿No has comido todavía?" Xia Chunyu tomó la taza y tomó un sorbo de té.

"Sí, tenía un tazón de papilla. ¿Qué estás haciendo? ¿Vas a tener un plan de batalla?" Ye Jiayao miró el mapa y vio un lugar rodeado: la ciudad de Xin Yi.

Xia Chunyu sacó el mapa con calma. Incluso si ella era técnicamente su esposa, él todavía tenía que tener cuidado y subir la guardia. No podía decirle a nadie cuáles eran sus verdaderos planes.

Ye Jiayao frunció los labios enojada, obligándose a permanecer en silencio. ¡No lo entendería aunque me dejes verlo!

Xia Chunyu se recostó tranquilamente, bebiendo su té. Señaló el asiento a su lado, indicándole que se sentara.

"¿De dónde obtuviste tus habilidades culinarias?" Preguntó Xia Chunyu casualmente.

¿Era sospechoso? Ye Jiayao expresó de inmediato una expresión miserable e indefensa, y me contestó con tristeza: "Lo aprendí del chef de mi familia. Aunque soy la hija mayor de la familia Ye, mi padre no me tiene mucho cariño y rara vez lo veo. Incluso durante las visitas matutinas y vespertinas, mi madrastra encontraría maneras de evitar que lo viera. También diría que mi padre estaba demasiado cansado y ya se había ido a descansar, o que estaba de mal humor y que no debía molestarlo. "Soy una persona prescindible en la casa de Ye, Chunyu. Decidí empezar a cocinar para que al menos pudiera darle algo a mi padre para que me lo recuerde".

Ye Jiayao habló en voz baja, tratando de sacar las lágrimas, dejándolas crecer en sus ojos. Ella estaba retratando al niño lamentable que carece de amor paterno, cuya vida fue dificultada por su madrastra.

Como dice el dicho, todo el mundo es un escenario, poniendo en juego sus habilidades de actuación.

Ese discurso fue astutamente mezclado con verdades y mentiras. El anfitrión de Ye Jiayao aprendió a cocinar para ganarse el favor de su padre. Sin embargo, los platos que ella hizo nunca fueron entregados a su padre. Eso solo demostró lo poco que la valoraban en la casa. Incluso el matrimonio de la anfitriona con la familia Wei tuvo que depender del poder de su familia materna para llegar a buen término.

Aunque lamentable, Xia Chunyu aún desconfiaba de la validez de sus palabras. Justo cuando estaba a punto de preguntarle, ella olfateó y se secó las lágrimas, diciendo en tono autocrítico: "Perdón por ponerme un poco emocional. Es por eso que siguió diciendo que no me comporto como una dama adecuada. De hecho, no soy una dama adecuada. "No aprendí las cuatro artes, solo aprendí a cocinar algunos platos de un chef. Así que, en el futuro, solo puedo hacerte comida, lavar tu ropa y servirte té".

Con sus ojos aún rojos por las lágrimas no derramadas, se veía tan desdichada que Xia Chunyu no pudo evitar sentir simpatía. "Bueno, es mejor que nada", me consoló.

"¿Me despreciarás?" Ye Jiayao preguntó.

Xia Chunyu lo pensó durante mucho tiempo. Él no tenía ninguna expectativa de ella por lo que realmente no podía despreciarla. Se preguntó si decir eso sería demasiado sencillo mientras miraba su mirada esperanzada.

¿Es realmente tan difícil de responder? Como dama de una familia adinerada, casarse con un bandido como él se consideraba contraer matrimonio. Sólo estoy siendo humilde, arrogante git!

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