Capítulo I.

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5:45 PM 

Seoul, Corea del Sur.


El atardecer sin nubes caía fuera de la compañía, tras la ventana se colaba un color frío que indicaba solo una cosa para Park JiMin: Peligro.



Sostuvo con cuidado el regalo de una fan entre sus manos, no era nada más y nada menos que un peluche con un patito amarillo, JiMin lo tomó en cuanto la chica lo tiró en el escenario, el joven ahora con cabellos teñidos de un azul con tonos verde olivo mordió su pomposo labio inferior y sintió sus piernas temblar cuando aquella terrorífica voz se coló por su campo auditivo, él estaba ahí. JiMin sabía lo que significa, sabía que significa que aquellas voces que acompañaban aquella rasposa voz se alejaran hasta que solo fuertes pasos de una sola persona se escucharan por el pasillo que daba a su camarín. 


El joven de diecinueve años tragó saliva, su corazón latió con frenesí y apretó el peluche a su pecho deformando su forma original; dirigió sus ojos al techo en donde las cámaras de seguridad estaban y su miedo se hizo realidad, estaban apagadas. JiMin conocía todas esas señales desde que tenía trece años, conocía perfectamente lo que significa como la perilla de la puerta de la única habitación en donde se sentía seguro se abriese y sabía lo que significaba que fuese cerrada con seguro otra vez.


El de cabello azul soltó el suspiro que tenía retenido cuando aquellos ojos bestiales se posaron sobre él, sabía el significado de aquellas pupilas dilatas, sabía perfectamente como el regordete hombre flexionaba su brazo para golpearlo, estaba ahí, sin poder hacer nada, estaba perdido.


Se escuchó una bofetada a secas en la habitación.


"La única cosa que te dije que no hicieras Park, la única cosa que te he pedido a cambio de toda la fama que tienes es que hagas todo absolutamente perfecto." El hombre se detuvo, fijó su mirada en aquellos orbes que le miraban asustado, podía sentirlo aunque aquellas ridículas lentillas obstruían la perfecta vista de aquellos oscuros y aún inocentes ojos.


"L-lo siento señor, mi... Continúo demasiado adolorido, no pude hacer bien el paso, es todo mi culpa. Prometo irremediablemente arreglarlo, lo pro..." Balbuceó el jovencito, sin embargo, antes de terminar otra bofetada le hizo casi girar completamente su rostro, con sus temblorosas y pequeñas manos cubrió su ahora rojiza mejilla y sin poder detenerlo más comenzó a sollozar.


"¡Por supuesto que vas a arreglar esto, miserable! Las personas comienzan a sospechar que algo te pasa, no paso siquiera un segundo de tu patética caída y tu nombre estaba en primera plana hablando sobre como caíste en medio de más de cincuenta mil personas en un concierto, ¿estás consciente de ello?, ¡¿qué vas a hacer ahora, maldita puta?!" JiMin soltó un gemido lastimero cuando el hombre, treinta centímetros más alto tiró de su cabellera, JiMin incluso sintió que le arrancó varios cabellos de la zona. El jovencito soltó su peluche e intentó levantarse, sin embargo, el dolor de su culo y ahora, su pierna, se lo impidió.


"N-no me llame así, n-no soy una mujer..." Con voz dolorosa intentó quitar las manos ajenas de su productor y manager de sobre su cabeza, sin embargo, este lo soltó al instante con una tétrica carcajada. Jimin cayó sobre el sofá gimiendo de dolor cuando su culo tocó de manera seca la superficie bajo de él.

El prejuicio de Jeon Jungkook → KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora