Vagabundo el mundo, pienso el tiempo.

El conductor me cae mejor cuando se vuela a los transeúntes.

28/10/18:

 Me gusta suponer cosas, no tiene que ser cierto y no tengo que creérmelo, del resto para abajo será el resultado de éste memorable día, algo triste según los ojos que me observan desde otro lado.

 28/10/18:   

Qué ilógico sería enojarse con la felicidad de un perro, los humanos somos tontos, esa es la felicidad que deberíamos sentir, que con una caricia todo el daño pudiera ser lavado, a pesar de que haya casos, no me involucro en la oración. Solo disfruto de la felicidad que observo en esa sonrisa que me hace pensar y no llorar, se trata de recibirla como se debe, una sonrisa es un regalo para mi, de quién quiero, de quién me hace escribir, por eso amo ése impulso catastrófico que me hace ser quién quiero ser para destruir a quién cree, en quién me convertí. En alguien olvidado por el olvido, porqué ya no siento soledad, ahora siento ruina.

Entre el 31 o 1 de noviembre, quizás el 30 no recuerdo:

Manejando el camino final, sin puertas ni regresiva, cada vez más apartado de lo que solía tener, que gran error no creer que en 3 segundos cambia tu vida, respiras, (1segundo) están, parpadeas, (2 segundos) no lo sabes, abres los ojos, ( 3 segundos), no están. Aquí estoy de rodillas, la diferencia es que es en un nuevo lugar. Estaré caminando en circulo y de lo cansado que estoy seguramente estoy alucinando mi progreso, como un sediento en el desierto pidiendo morir. Me frena lo que debería motivarme, me dejé llevar nuevamente por las emociones, no es momento para nada, solo quiero sentir la cura por un rato, pero todas las medicinas que he consumido solo me han traído más problemas. Constante cómo los números soy, infinito vacío solo voy por el número dos, creo, que lo calcule un matemático. Yo solo junto y relaciono mis dibujos para hallar respuestas a lo que siento. Sé que falta algo, no debería buscarlo.

Soy rico, soy un hombre demasiado rico, se podría decir qué el más de toda ésta villa abandonada.  Lo curioso es que desde pequeñín siempre estuve interesado en buscar la felicidad hasta cierto punto, no me interesaba el dinero realmente, mis prejuicios acerca de lo que podía ver, era felicidad temerosa. 

31/12/18:

Y sin darme cuenta yo era uno de esos transeúntes, estoy seguro que el conductor hubiera parado el bus sin afán, incluso hasta permitirme volar el torniquete y pagar menos pasaje. Yo era el de la sombrilla con el sol a 38 grados, de ser 39 me hubiera montado en el bus, qué loco. La historia continuaba sin rumbo fijo, la obscuridad vigilan-dome de aquellas prosas y reliquias de sabiduría impura, contagian dome de miedos y misterios, traicionando a mi prologo... 

06/02/19: 

Pienso yo qué cuando piensa ella, no soy más que un monumento en su mente para masturbarse. 

Parpadeo, oh, yo parpadeo y entonces olvido mi nombre, mi reflejo, mi sombra acompañante y mi deseo de creer fielmente en una mirada. Yo recuerdo aquél día en el qué las calles parecían conducirme hacía ningún lugar, la luna apagada entre versos con complejos de belleza era mi única luz entre cortada hacía mi profundo sueño de querer despertar pronto de el camino andante, era la realidad queriendo imitar lo qué no puede. Yo me hice tremenda pregunta y solté al aire un millón doscientos mil catorce suspiros, ahora qué entiendo la respuesta no habría echado ningún hijueputa lamento, la inspiración desapareciendo porqué le da la gana porqué así son las personas y ella es más humana que todos nosotros al mismo tiempo, estoy cansado canción favorita tu qué no entiendes nada pero sabes muy bien qué te necesito para machacar el ajo. Yo no puedo hacer nada si es con la ausencia de la inspiración, o pregúntale a mis desechos tóxicos qué no salen nunca de mi cuerpo,  según ellos se sienten cómodos, me pagan la renta aunque el dinero lo guardo, me dice alguien que no se acerca mucho para arrojar un comentario étnico, cómo si un sabio hubiera estado solo en su lecho de muerte, "qué si no gasto el dinero ahora en 5 minutos, se lo lleva el destino qué es quién vive de éstas fortunas". En mi memoria los recuerdos no pesan, flotan en la superficie del mar qué cubre mi corazón, puedo usarlos como barcos para navegar hacía el este tomando el norte, cuando siento que se empiezan a hundir por algún fallo técnico, voy y llamo a aquél mecánico clase 1A, se va diciendo la misma frase "Estaba todo en perfectas condiciones, volviste a alucinar, azul". Intento seguirlo para aprender más, cuando abro la puerta solo veo uno viejo timón con una nota, es tu turno de conducir, el viejo capitán ha muerto, el viejo capitán era yo, el nuevo también, siempre he conducido, solo qué lo olvido, solo qué lo olvido. Para ver a través de tus ojos me hace falta ver quién eres, para ver quién eres te hacía falta traicionarme. Tú deidad del tiempo qué me regalas todo lo qué deseo, no te pido más qué un desierto de pruebas qué me impidan ver a través de ojos apasionados y sin rumbos, perdidos en ellos, perdidos como niños en el supermercado, llorando por la ausencia de lo qué nunca han tenido, desprestigiando el espacio pequeño qué tienen para hablar de cómo había sido tu día en aquél diciembre que tus pequeñas manos abrazaban juguetes y no sabías porqué se sentía bien. Entenderlo nunca ha sido el motivo de todo ésto, entenderlo implica dejar quién querías ser en aquellos lugares qué consideras hoy cómo las mejores sensaciones en lo qué tu realidad perseverante y poco abundante te ha permitido estar, sentir y hoy añorar. No puedo hablar por el mundo, puedo hablar lo qué he oído venir de él. Necesito perderme más, encontrar las puertas qué trazan el mundo qué no puedo imaginar, qué me da ansiedad cuándo hablo de él y mis palabras terminan en explosiones de ideas qué no dan forma a ningún BigBang.