Adoración

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Eres como la luna del poeta, esa a la que siempre describe, la que provoca en el ser aquel deseo perpetuo encadenado por la belleza inconmensurable, todos esos detalles que invitan a la contemplación.

Eres, sin duda alguna, la luna que durante la más densa obscuridad ilumina tintineante el camino con su blanco resplandor, la que le ayuda a marcar cuidadosamente el sendero cual guardián silencioso, esa musa eterna de aquel quien usa las palabras a su favor, algunas veces para mentir, otras para ocultar las crueles verdades o que en ocasiones se atreve a apoyarse en ellas para tratar de atrapar a su adoración.

Eres esa presencia tan divina, tan perfecta, la compañera que nunca falla, esa que incluso en las ocasiones donde te mantienes oculta bajo el velo nocturno y la vista mortal no puede reconocerte, como el creyente que el humano es vuelca su vista hacia la obscuridad del cielo y sabe el poeta que tu presencia continua en el mismo lugar.

Eres la hermosura, ese ser que regala tantas facetas, la que a cada noche obsequia una imagen diferente, cada una con un encanto que pudiera transportar a otro mundo, una fantasía, un sueño concebido nunca realizado y que sin embargo se mantiene latente, en plena gestación a pesar del conocimiento de que jamás ese botón conocerá el florecimiento.

En definitiva, eres como la luna del poeta, porque aunque este se sabe humano, un simple mortal, un ser con limitaciones, sueña eternamente con tenerte, con poder abrazarte, ¡vive con la inocente ilusión de que algún día pueda ser el remitente de tu sonrisa!... No pierde la esperanza de llegar ser la razón de tu brillo, de poder siquiera permanecer unos segundos a tu lado.

Si... el poeta mantiene esa ilusión infantil, esa añoranza de cumplir su deseo y aun así sabe sus imperfecciones, las mil razones por las cuales jamás logrará alcanzarte, conoce perfectamente la realidad, esa cruel compañera que le deja con los pies en la tierra, la misma que le repite la enorme diferencia entre el mortal y el ser divino que eres.

Pero el poeta con sus sueños y determinación se mantiene inexorable ya que hay una sola verdad que jamás se atreverá a negar y es que el amor que te dedica, sabe, no necesita de respuesta porque desde el principio le ha quedado claro que esa conexión que le da sustento siempre será del mismo modo, la admiración incansable, la que no requiere de otra cosa más que tu mágica presencia y palabras para brotar.

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Hola querido lector XD esta vez no he puesto una introducción por que a mi parecer no la requiere. Esta forma parte de una especie de carta, un amor curioso, algo raro sin pies ni cabeza, solo existe como la mayoría de las cosas, se crea, avanza, busca trascender muy a su manera y perece.

No le he puesto historia por que no siento que la requiera, sin embargo, si alguien lee esto con todo gusto leo sus comentarios ¡hasta la próxima!

AysunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora