Hermosa

2 0 0
                                    


Ella siempre quería estar hermosa.

Tenía la obsesión de parecerse a una muñeca de porcelana.

Hora maquillándose, peinándose, vistiéndose, era su rutina diaria. Botox, cirugías, miles de dólares en peluquerías, también.

Ella quería que esa piel de porcelana dure por siempre.

Pero no podía escapar de la vejes por siempre

A sus 55 años parecía una joven de 26, una hermosa joven de 26.

Un día, cuando estaba a punto de salir, decidió hacer su ritual de belleza. Se puso sus ruleros, su base blanca, sus labios pinto de rojo y de negro sus ojos. Cuando vio algo que le dio un vuelco al corazón.

Una arruga.

Se quedo veinte minutos viéndola, era algo que nunca había visto en su cara.

Tomo su bese para la cara y empezó a pintar, una vez, dos veces, tres veces. Pero nada.

La línea seguía ahí.

Llamo a su sita, cancelo la cena y todos sus planes.

Esa arruga no le ganaría.

Mil veces se paso la base, mil veces se desilusiono. El tiempo estaba ganándole.

Empezó a desesperarse, ella seria joven por siempre.

Intento con todo lo que tenía en su bolsa de pinturas y nada.

¿Tan difícil era parecerse a una muñeca de porcelana?

Cuando ya se dio por vencida, y se dio cuenta que esta había ganado, intento una ultima cosa.

Para su sorpresa eso si dio resultado.

Su piel, suave y lisa de nuevo.

Pero no duro nada.

Unos segundos de ver su belleza restaurada, algo paso.

La arruga volvió, pero no era una arruga normal, era una línea negra, que surcaba de su mejilla izquierda a su ojo.

Esta intento maquillárselo, pero cada vez que pasaba la base la marca se alargaba y desquebrajaba. De pronto, otra, del lado derechos.

Ella intento taparla, pero de tan fuerte que lo hizo, un trozo de su piel se hundió, revelando el vació de su interior.

Las arrugas no paraban de esparcirse por su cara y luego a su cuerpo.

Poco a poco, estos se iban hundiendo y rompiendo.

Crack, crack, crack. Solo eso se escuchaba.

Sus piernas no resistieron y callo al piso, rompiendo todo su cuerpo en pequeños trocitos de porcelana.

Si, murió. Pero no fue tan malo. Al fin logro su sueño;

Ser una muñeca de porcelana.

El problema es que las muñecas, cuando están muy viejas... se rompen.

Flores muertasWhere stories live. Discover now