"Amando al Novio de mi Hermano" [OMEGAVERSE] - YUNJAE.

Capítulo Dos

Jaejoong se había dado cuenta del poder que podía ejercer en el presidente Seung. Y no era para menos, a decir verdad, el consorcio de su familia había logrado establecerse rápidamente en el mercado durante los últimos años con gran parte de las ganancias que antes habían sido de las empresas bajo el nombre Seung.

Así que, prácticamente, el presidente Seung estaba admitiendo que el compromiso de su nieto con la familia Kim era por meros intereses financieros. Pero, también, estaba el hecho de que Jaejoong era omega y Yoochun alfa; lo que significaría que si ellos llegasen a tener hijos hubiesen más probabilidades de que estos fuesen alfa u en el peor de los casos omega.

Básicamente, el presidente Seung deseaba poder mantener la línea de sucesión alfa en la familia Seung.

Por otro lado, Yunho ni si quiera estaba de acuerdo con todo esto. Pero, ¿qué importancia podría tener su opinión en este tema?

Ninguna.

Su abuelo tenía muy en claro que era lo que deseaba para el futuro de Yoochun. Y nadie lo haría cambiar de opinión tan fácilmente.

Al menos eso creía, sin embargo, ahora tenía frente a él a la única persona que en todos estos años había podido, con tan solo unas palabras, lograr que su abuelo cambiase de opinión y se disculpase con él. Y eso era algo admirable.

No podría restarle crédito a Jaejoong pero tampoco estaba lo suficientemente familiarizado con él como para agradecerle el gesto.

De inmediato, a su mente, vino aquel beso que se habían dado en la sala de reuniones.

Tuvo que esquivar la mirada de su abuelo para que no descubriese que estaba a comenzando a sentirse nervioso frente a Jaejoong.

Aquel aroma.

Lo caliente y emocionado que estuvo cuando lo tuvo a ahorcajadas sobre él.

Antes de que esto se tornase mucho más difícil de sobrellevar.

Yunho se disculpó y salió de escena casi de inmediato.

Y Jaejoong no dejo de seguirlo con la mirada hasta que hubo desaparecido detrás de la puerta. Si el presidente Seung lo notó, no dijo mucho al respecto; es más él invitó al joven a sentarse en una de las mesas delante de su escritorio.

–Entonces, joven Kim, creo que podemos formalizar el compromiso una vez que Yoochun y usted se conozcan. –el hombre sonrió.

–Por lo que veo, está dispuesto a concretar esto lo más pronto posible, ¿verdad? –dijo con cierto sarcasmo.

–Por supuesto. –él no entendía que pudo haber hecho mal para que la expresión de Jaejoong cambiase a seria.

Jaejoong lo estudió.

–Mis padres y usted acordaron que lo mejor para todos sería este compromiso, –hizo un silencio y su expresión se relajó– pero, ¿qué sucedería si uno de nosotros se arrepintiera de dar este paso?

En un momento, el presidente Seung dudó pero luego sonrió y se relajó.

–Si estás insinuando que puede ser por el lado de mi nieto, –habló con confianza– ten por seguro que eso no sería una posibilidad. Ni si quiera remota.

–Veo que está muy seguro, presidente pero...

El hombre lo interrumpió:

–Por favor, presidente suena demasiado formal tan solo llámame: abuelo. –Su tono era calmo– después de todo pronto seremos una gran familia.