Dr. Novak

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Castiel Novak es un doctor de Kansas, una ciudad tranquila, sin muchos edificios pero mucho crimen, extrañamente. Él cumplía la jornada noche-madrugada en el Hospital General de Kansas, salía de su trabajo a las 7am mientras tomaba un cafe con leche.

-Hoy si fue una jornada agotadora, ¿o no, Clarence?-suspiró mientras dejaba una taza de cartón en el escritorio de su amigo.

-Es Castiel, Meg. Y si, hoy fue más pesado de lo usual -tomó la taza con una mano mientras que la otra la usaba para rascarse la cabeza.

-Será porque es fin de año ¿tal vez? todos están apurados y se accidentan, se lastiman- reflexionó la mujer.

-Puede ser... -el doctor apoyó la taza sobre el escritorio y se saco la bata junto al estetoscopio que colgaba de su cuello. Colgó estos en la percha y tomó su gabardina.

-¿Ya te vas? -preguntó ligeramente desanimada la mujer de pelo negro,mientras sus cejas se juntaban.

-Estoy muy cansado y tengo que lavar mi ropa, Meg. Además, ya terminó tu descanso hace 20 minutos, hay vidas que salvar- dijo más como broma que con seriedad.

-No me jodas, me voy a trabajar pero no porque vos me digas¿okey? Suerte con tu día aburrido, Clarence-arrugó el vaso ya vacío y lo tiró al cesto de basura.

-Como digas, Meg- le dijo Castiel a la nada pues la morena ya se había ido.

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El viaje de regreso a su casa fue monótono y aburrido, como siempre, entonces no se dió cuenta que estaba llegando a su casa hasta que escuchó el ruido de las llaves chocando entre sí.

Lo siguiente fue igual de monótono e involuntario, luego de sacarse su gabardina la colgó en una silla, se sacó su camisa y su pantalón(junto a sus zapatos) para luego meterlos en el lavarropas y encenderlo.Se tiró en su cama de su pequeña habitación luego de chequear en su reloj de pared que eran las 7:37 de la mañana y durmió plácidamente en su cama de una plaza y media con frazadas azul marino.

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(ese mismo día a las 7:24 pm)

-OH Satan! Clarence ha llegado tarde, se desatará un infierno sobre la tierra-se burlaba Meg mientras el hombre de ojos azul profundo terminaba de llenar la planilla de llegada con sus cejas juntas en señal de su mal humor.

-Cállate, Meg. Me duele terriblemente la cabeza por no dormir casi nada hoy, así que no empieces con tus jueguitos-intentó poner la cara más enojada aunque terminó siendo una rara mueca que a la morena no le importó y terminó yéndose mientras silbaba alguna canción de pop pegadiza que él desconocía. Castiel se puso su bata verde y fue a paso apresurado hacía la guardia.

Eran las 2:13 am cuando los doctores de la guardia recibieron alerta por tiroteo a unas cuadras del lugar, por lo tanto debían estar atentos a los nuevos pacientes que iban a llegar.

Apesar de ser tan tarde, muchas personas ingresaron a la guardia con múltiples heridas de bala, quebraduras y desangre. El doctor Novak se encargó de asignar los quirofanos a cada paciente junto a su cirujano y los menos graves fueron atendidos por médicos practicantes, haciendo mucho más efectivo el trabajo, Castiel era bueno dirigiendo, aunque no era algo que le encantara hacer.

Para las 3:16 no había casi nadie a quien atender, la mayoria de los doctores estaban en los quirofanos y los que no, se habían ido hace rato, Castiel se encargaba de ordenar las últimas cosas que había en la sala de guardia, mientras tarareaba la misma canción que Meg hizo hace algunas horas,cuando de repente un grito lo alertó.

—¡Ayuda! ¡mi hermano esta herido,por favor! —

  El doctor de ojos azul profundo y pelo revuelto salió corriendo a atender al que necesitara ayuda. Paró enfrente de un hombre realmente que llevaba por los hombros a otro un poco más bajo, que al parecer estaba inconsciente, mientras de su hombro salía una cantidad considerablemente grave de sangre.

—Yo lo atenderé,diganme su nombre así lo anoto en la planilla—dijo mientras ayudaba al hombre alto y de bello cabello a poner al  rubio inconsciente en la camilla más cercana.

—Su nombre es Dean Winchester, atiendalo cuanto antes, por favor—

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ok,, im new