Capítulo 2

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Mi madre insistía al teléfono, lo que hice fue quitarle la memoria pues ahí tenía todos mis recuerdos, y tirarlo a la basura antes de abordar ese autobús, por un mes tuve que ocultarme pues servicios sociales y la policía me buscaba, después de eso me encontraba lejos de casa, me la pasé abordando autobuses a lo tonto hasta que mi último billete sólo costeaba un ticket con destino a Los Ángeles.

Comía lo que podía, unos días comía aparentemente bien, otros días no comía, otros días quería dormir y no despertar.

Nunca pasó por mi mente el suicidio, hasta ese día que ingerí píldoras a lo tonto, pero terminé vomitándolas porque… ¡Vamos! El suicidio no es la solución, además pienso que me sí no hubiese vomitado esas píldoras, estaría bajo tierra lo que me volvería en una cobarde por huir de mis problemas de la forma más cobarde posible: Suicidio, lo admito mí vida es un desastre pero puede ser mejor.

Cuando llegué a Los Ángeles, caminé por esa calle, la  gente parecía estar bien con la vida, yo quería estarlo… Me senté en una banca, y vi la foto arrugada que pude rescatar antes de saltar a una vida sola y lejos de la comodidad, (esa foto la tomé cuando llevé a mi hermanito al teatro, junté todo el dinero posible por dos malditas entradas, él amaba ese programa infantil, lo llevé a una función y me tomé una foto desde el balcón, fue la última vez que me la pasé tan genial, tenía 17 y el 10). No pude evitar llorar desconsoladamente, arrugando esa foto, la gente pasaba, me miraba extraño y seguía con su camino, me quedé sentada mirando fijamente al suelo pensando en que hacer por el resto de mi vida, hasta que por mis pies un papel quedó, con el anuncio donde solicitaban  actores, por día pagarían cierta cantidad de billetes y la dirección estaba justo ahí.

Fui al lugar donde solicitaban actores, que tonta, tantos billetes por ser actriz, si solicitaban actrices, yo quedé, me dieron ropa, y la locación o eso era una habitación, ¡MALDITA SEA! Grité al ver entrar a un tipo calvo, musculoso con su pene erecto, ¡ERA UNA PELÍCULA PORNO!

Salí de cuadro, tomé mis cosas, el tipo que dirigiría la película me gritó, de hecho de puta no me bajó, salí del lugar con esa ropa, sinceramente debía correr pero dolor físico me detuvo, choqué con un tipo, quién me insultó, mi ropa decía que yo era prostituta, el director salió y me gritaba, casi me toma por golpes, pero él tipo que con el que choqué me defendió.

-¡TÚ ERES UNA PUTA! – Estuvo a punto de tomarme por el pelo que llevaba de color azul grisáceo, y el moreno lo detuvo.

-Hey, ¿qué le pasa?- dijo levantándose

-Ésta PUTA me pertenece- él tipo me miró

-No parece de tú propiedad-

-¿TÚ QUÉ SABES? MOCOSO, ESTO ES ASUNTO MÍO Y DE ELLA- El señor trató de tomarme por el pelo, de nuevo y el tipo lo empujó, no sé con qué fuerza pero logró hacerlo retroceder varios pasos

-MUJERES COMO ELLA NO MERECEN EL TRATO QUE TÚ LE ESTÁS DANDO-

-¿Quién dice? Todas merecen el trato de un buen tipo no el de un cerdo como alguien a quién miro –

-ESTÚPIDO DE TODAS FORMAS ME DEBE DINERO, YA LE HEMOS DADO SU CHEQUE-

El tipo sacó su billetera y aporreó en su inmenso pecho muchos billetes

-No me interesa cuanto le pagaste, da por saldada tu cuenta-

Él señor lo tomó y me miró

-No vuelvas a rogar por empleo perra- dijo y seguido escupió, las personas observaban cada momento.

Él moreno se quitó su suéter y me cubrió, llevándome a un baño público, dentro me vestí, lavé mi cara, quitándome el horrible maquillaje que me habían puesto, abrí el sobre y tenía mucho, MUCHO dinero en el.. lo guardé en mi bulto y salí, el tipo me esperaba a fuera, le extendí su suéter, lo tomó después de observar mi vestimenta y se lo puso de vuelta.

-Gracias…- dije inclinando la mirada

-No fue nada, yo salía de un problema y quizá el tipo me sirvió para desahogarme- no sonreí, me sentía mal. -¿Tienes hambre? –lo miré, me sentí ¿ofendida? –YO ME ESTOY PUDRIENDO DE HAMBRE, vamos a comer algo, yo invito-

Acepté, caminamos por la calle hasta un auto bonito color rojo, me abrió la puerta y la cerró hasta verme acomodada, cada acto me recordaba lo que dijo.

’ -MUJERES COMO ELLA NO MERECEN EL TRATO QUE TÚ LE ESTÁS DANDO-

-¿Quién dice? Todas merecen el trato de un buen tipo no el de un cerdo como alguien a quién miro -‘’

She's mine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora