She's mine.

Capítulo 3

Al subir el auto avanzó, encendió la radio y escuchaba una buena mezcla de las mejores canciones de punk del momento.

-Qué torpe no me he presentado-, dijo y me extendió una mano que estreché enseguida –Me llamo Vic-, miré al frente –Ah, en realidad me llamo Victor pero todos me dicen Vic y me agrada-, sonreí

-Yo soy.. Keyla- Me miró y me sonrió, pude notar una linda perforación en su nariz, miré al frente y puse un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, pensé; Yo tengo una perforación en el labio, en la nariz, en la ceja y en el ombligo, varias el cada oreja, mierda.

-Keyla… Es un nombre bonito, ¿de dónde eres?- Ahí van las preguntas que me harán recordar cada momento de mi pasado, contesté cada una de las preguntas hechas de mi pasado, -Vaya, yo no he tenido una situación tan grave pero supongo que estarás bien, ¿cuántos años tienes?-, preguntó deteniendo el auto en un pasillo de McDonald’s donde ordenas la comida desde la comodidad de tú auto.

-Ah.. 19, en un par de semanas cumpliré 20- Él alzó ambas cejas

-Creí que eras más chica, no sé tu cara me dice que eres más chica- Me sonrojé y el tipo detrás del cristal insistió pidiendo la orden, ordenaba y yo lo observaba por momentos, es simpático, su cabello es largo y lo mantiene de lado bajo un gorro, sinceramente es muy guapo. Su perfil es una de las cosas más bellas.

Me dio dos helados, pasó varias bebidas y al final una mega bolsa llena, pagó la cuenta y avanzamos.

-¿Vas a alimentar a una nación de chicas como yo?- él tipo soltó una risilla y me miró

-No, ¿a qué te refieres con ‘’chicas como yo’’?- dijo tomando uno de los helados y dando una lamida.

-Ah.. No lo sé, sinceramente actualmente me siento una vagabunda- reí

-Sólo eres una chica desesperada por un empleo y caíste en el peor, cualquier otra chica se hubiese quedado dentro y hecho las cosas que el tipo le ordene, tú huiste, supongo que fue bueno…-

-Apareciste tú-, Me miró y sonrió

-Sólo estaba de paso-, miré a la calle, quizá fue muy tonto de mi parte decir eso… ¡QUÉ TONTA! –Aunque quizá alguien allá arriba quería que así fuera, ya sabes… El momento fue muy preciso ahora que lo pienso-

Lo miré, él seguía viendo a la carretera mientras lamía su helado, miré el mío y le di una lamida, sinceramente fue delicioso, llevaba tiempo sin dar un bocado así, me la he pasado comiendo emparedados simples o lo que una chica me regalaba por acomodar objetos en su tienda, sinceramente sí me siento una vagabunda.

Detuvo el auto en una casa de dos plantas, bajamos del auto, él cargaba la mega bolsa y yo las bebidas.

-Creí que comeríamos en el auto en una calle del centro- él rió caminando hacía la puerta principal.

-No, sería raro, lo he hecho con amigos pero nunca con chicas, sería raro, ¿no crees?-  Con chicas… no soy la primera, ni si quiera le pregunté nada.

-Ah, sí…- Un aroma vino a mí –Huele a ¿playa?- Abrió la puerta

-Ah, estamos cerca del mar, ven pasa- lo seguí

Entramos a la casa, él caminó a lo que era la cocina, atravesando el living, encendió las luces, era una casa enorme, en serio enorme, muy bonita, había de todo, un poco desordenada pero a comparación es lo mejor.

-Ah, ignora todo el desorden, vivo con unos amigos, ellos no se encuentran por el momento- me quitó las bebidas e hizo que lo siga hacía lo que era la cocina, una cocina integral enorme, latas de alcohol y soda en la barra que quitaba y depositaba en una bolsa negra.