She's mine.

Capítulo 6

En el camino escuchabamos la mezcla de buena música, punk.

-Admito que no sé a donde llevarte-, dijo parando ante la indicasión de un sémafaro en el que la luz roja brillaba.

-Ah..-, lo miré -Si quieres puedes dejarme en el centro, quizá haga algunas cosas, no sé, no es necesario estar conmigo-, me miró un poco sorprendido

-¿Qué cosas dices? Quiero pasar tiempo contigo, después de todo lo que pasó ayer creo que es mejor conocernos-, 

Lo miré, lo que dijo fue como la frase que conmovió algo en mí.

-Vic, me sorprende-, me miró con una sonrisa que borró al instante

-¿Qué?-, tenía que decirselo 

-Ah, tú... No sé, admito que aunque solo llevamos horas de conocidos-, me interrumpió

-Un día, recuerda fue ayer-, sonrió

-Ah, sí pero igual es poco el tiempo, admito que me gusta pasar el rato contigo, eres un tipo genial-, sonrió, admito que fue la mejor sonrisa.

-Pero...-, incliné la mirada

-¿Qué pasa?-, dijo poniendo en marcha el auto.

-Aunque me gustaría quedarme, de verdad me gustaría quedarme aquí en LA, conocer más gente, tener un empleo, siento la necesidad de regresar-, me miró

-¿A dónde?-, suspiré

-A mi casa, yo no soy de aquí, me la he pasado tomando autobuses éste ultimo tiempo y quiero ver a mi hermanito de cuenta nueva pero.... verás-, detuvo el auto -tengo miedo-, se acomodó quedándo frente a mí, aunque yo esté de frente a la calle.

-¿De qué?-, tomé aire y lo miré

-Mi padre, él y yo no teníamos una buena conexión, de hecho ni con mi madre, siempre buscaban la forma de como señalarme buscar un error, él único que a pesar de su edad estuvo ahí fue mi hermanito-, inclinó la mirada, pude ver que exactamente estabamos en el centro, en alguna calle -Pero debo regresar ver como está, ¿qué pasó con él?

-Te irás-, lo miré y asentí, en serio actuabamos como viejos conocidos

-La verdad es que sí me voy, sé que volveré, de alguna forma me siento con la obligación de pagarte o hacer algo a cuenta de todo lo que has hecho por mi-, sonrió

-No tienes que hacer nada, como te dije ayer, quizá alguien allá arriba lo quiso así, el golpe fue preciso-, sonreí y me quité el cinturón de seguridad -¿A dónde vas?-, bajé del auto y el imitó quitándose el cinturón de seguridad

-Dijiste que no sabías a donde... llevarme, yo te llevaré-, sonrió saliendo del auto

-¿Necesitarás tu bolso?-, asentí, abrió el maletero y me lo dió, lo colgué en mi espalda y crucé la calle.

Del otro lado de la calle lo miré asegurando su auto, sonreí al verlo cruzar la calle y quedando junto a mí

-¿A dónde me llevarás?-, sonreí

-Ya lo verás-

En realidad no sabía a donde lo llevaría, así que caminé junto a él entre las personas, en el centro de la ciudad de Los Angeles.