Capítulo 13

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Capítulo 13: No acepto.

-No Alexia –dijo un Nick muy serio- te casaras con Gianluca en seis meses.

Mi risa histérica se desvaneció en cuanto vi la seriedad de Nick.

-No puedes hacerme eso –dije-

-Sí, claro que puedo, soy tu padre.

-No me casaré y no está a discusión, ¿Por qué no se lo pides a una de tus hijas robots? Te apuesto a que estarán encantadas de casarse con un hombre –dije hombre de la manera más sarcástica que me pudo salir- como Gianluca Leonardi.

-Porque ninguna de ellas quiso-respondió Nick con total indiferencia-

-¿Y a mí me obligas? No me casaré y punto –dije casi gritando- si tanto quieres tu estúpida asociación cásate tú con él y ya.

-Entonces –dijo- te vas de la casa y mañana mismo te cancelo las tarjetas que tienes.

Me encontraba atónita ante la indiferencia de “mi padre” amenazando a su hija menor con dejarla en la calle sin una moneda por un estúpido negocio. El cinismo de Nicholas Black no tiene límite.

-Eres un imbécil –dije-

Simplemente me levanté de mi silla, tiré la servilleta de tela en la mesa y salí del salón. No podía, simplemente no podía seguir sentada en la misma mesa que ese despreciable hombre.

La brisa fría golpeo mi cara al salir del restaurant, ¿ahora hacia dónde voy? Mala idea venir sin carro. Error número uno Alexia, no depende de nadie y menos de un hombre.

¿Y ahora qué hago? No me puedo casar, soy muy joven. ¡Ya se! Mañana buscaré trabajo, ¿pero qué digo? Ni siquiera tengo estudios universitarios, ¿Dónde podré trabajar?

No me había dado cuenta que estaba llorando y estaba abrazada por el frío, hasta que sentí una chaqueta –o mejor dicho, sobretodo- en mis hombros.

P.O.V. Gianlucas

-No me casaré y no está a discusión, ¿Por qué no se lo pides a una de tus hijas robots? Te apuesto a que estarán encantadas de casarse con un hombre –dijo hombre de la manera más sarcástica logró- como Gianluca Leonardi.

¿Qué tengo de malo? Soy joven, guapo y millonario.

-Porque ninguna de ellas quiso-respondió Nick con total indiferencia-

-¿Y a mí me obligas? No me casaré y punto –dijo a borde de la histeria- si tanto quieres tu estúpida asociación cásate tú con él y ya.

Estuve a punto de soltar una carcajada, definitivamente Nick Black no es mi tipo.

-Entonces –respondió Nick- te vas de la casa y mañana mismo te cancelo las tarjetas que tienes.

Su respuesta me dejo en total shock, ¿Cómo puede decirle eso a su hija? Sangre de su propia sangre. Nick Black no ve sentimientos y ADN cuando se trata de negocios.

-Eres un imbécil –escuche la voz de Alexia decir-

Vi como Alexia se levantaba de su silla, tiraba la servilleta de la mesa y salía del salón son un movimiento de cadera demasiado sensual.

-Toda una fierecilla ¿eh?

-No lo puedo creer –dijo Nick, agarrándose el cabello con las dos manos- cuando llegue a casa ya verá.

¿Cómo que ya verá? No puedo creer lo bajo que puede llegar Nick. ¿Le pegará? No, no lo puedo permitir, tampoco soy tan hijo de puta como para permitirlo.

-Tranquilícese Sr Black, yo me encargo –dije levantándome de la mesa-

-Suerte, hijo.

***

Salí del restaurant y la brisa fría pego directamente a mi cara pero eso no era lo importante en este momento sino encontrar a Alexia, duré unos segundos tratándola de localizar con la mirada, hasta que la encontré no me di cuenta que estuve conteniendo un suspiro.

Se encontraba caminando de un lado al otro, abrazándose a sí misma debido al frio y si la mirabas con más atención, se podría notar que estaba llorando.

Pobre, lo que le vendrá luego será peor.

Me acerque lentamente a ella y cuando estuve justamente detrás aún no se había dado cuenta de mi presencia, por lo visto suele ser un poco despistada.

Me quite el sobretodo y enseguida sentí el frio con más intensidad, me importó poco, enseguida se lo coloque a Alexia en los hombros para que no sienta frio.

P.O.V. Alexia.

-Vete-dije-

-Alexia, por favor, hablemos -pidió Gianluca-

-No hablaré contigo, tú lo sabias ¿verdad? Me has mentido.

-No, no te he mentido, simplemente no te lo dije.

Reí sin ganas, ¿Cuál es la diferencia?

-Es lo mismo Sr. Leonardi, ahora si me lo permite, me iré a mi casa-dije, quitándome el sobretodo de mis hombros y entregándoselo-

-¿Caminaras con esos tacones? Por favor Alexia, hablemos, te aseguro que te interesara-dijo- dame por lo menos cinco minutos, por favor.

-Cinco minutos –dije-

-Ven, sube al auto, te congelaras ahí.

***

-Como podrás ver –dijo- tu padre no se dará por vencido tan fácil, a mí realmente me interesa colocar los restaurantes en los hoteles de tu padre, nos beneficiaria a ambos.

-Claro, solo a ustedes-dije con ironía-

-A ti también –dijo- al ser mi esposa podrás tener todo lo que desees, lo mío pasara a ser tuyo y tu padre al morir te dejara una jugosa fortuna.

-¿Parezco alguien superficial y materialista? –dije indignada-

-Todas las mujeres en el fondo lo son –dijo con indiferencia-

-Estas equivocado, yo no quiero tener riquezas, simplemente me gustaría vivir bien y ayudar a la gente.

-Para vivir bien y ayudar a la gente, necesitas dinero Alexia.

-Hay gente que comienza desde cero-respondí-

-Alexia, vamos a ser sinceros –dijo con un poco de rudeza- no tienes estudios universitarios, ¿Qué puedes hacer para ganar tu propio dinero? Si no aceptas ya escuchaste, Nick te dejará en la calle, simple. Te verás sola y sin dinero, y aunque te molestes y no lo aceptes una princesita como tú, no podrá apañársela sola allá afuera. ¡Solo mírate las uñas! Se nota que no friegas ni un plato.

Lo cierto es, que Gianluca no tenía razón, yo misma planchaba mi ropa, limpiaba mi cuarto y cuando puedo y Eli no me cacha lavo mis propios platos, solo que uso guantes. También se cocinar.

Pues siempre he tenido la esperanza de vivir sola y de alejarme de Nick, pues para eso necesito de sobrevivir por lo menos con las cosas de la casa.

-Solo piénsalo, por favor –dijo frenando el coche- tenemos seis meses para conocernos Alexia, te prometo que no te faltará nada, y mensualmente abonaré a una cuenta el 5% de las ganancias del restaurant que estén en los hoteles de tu padre. Así que cuando decidas independizarte, puedas tener algo con que comenzar. ¿Así ganamos todos no crees?

-Déjame pensarlo Sr Leonardi –dije bajándome del carro, habíamos llegado a mi casa- que tenga muy buenas noches.

Matrimonio no deseado (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora