Introducción

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Iba de regreso a casa, había tomado el camino de siempre, una calle de poco tráfico a media luz, ese día había oscurecido temprano por lo que a la hora que ella pasaba las calles ya estaban iluminadas por el alumbrado público. Venía sola en su coche, escuchando un audio libro de Stephen King, su autor favorito. Dejó el auto en la cochera y fue hasta la sala. Su hermano estaba ahí viendo la tele.

-Hola, ¿ya cenaste?
-No, tuve mucho trabajo, acabo de salir y estoy muy cansada, quiero ir a dormir.
-Arreglé tu cuarto. ¡Era una pocilga! -Daphne no reaccionó -Tu gatito nuevo lo dejé en el buró.
-¿Gatito nuevo?
-La figurita esa. Una figurita que encontré tirada. Parece como egipcio. Bueno, me voy, descansa.
-¡Nighty nights!

No recordaba tener ninguna figura así. Al entrar a su cuarto la miró de reojo; no le dio mayor importancia. Se quitó la ropa y tomó una ducha, como siempre acostumbraba antes de dormir. Al salir se puso calcetines, no le gustaba sentir frío en sus pies mientras dormía. Ya en la cama, comenzó a arreglarse las uñas de las manos, esto la relajaba. Después de limarlas tomó su pinta uñas negro. A un lado estaba la figura desconocida del gato. Al terminar de pintarlas tomó el gatito para verlo mas de cerca; un leve entumecimiento comenzó en la palma de sus manos. Al examinarlo, se dio cuenta que en la parte de abajo tenia calados una especie de signos; "דפני", entonces, una extraña hormigueo recorrió sus manos y brazos hasta alcanzar su cuello y barbilla. Dejó la figura en el tocador a un lado de una pequeña lampara que tenía encendida. Apagó la luz de la lampara y se quedó mirando el balcón de su cuarto. La noche era fría. A través de la ventana podía ver como los rayos en algún lugar no muy lejano presagiaban una noche agitada. Comenzó a llover. Parecía hacer mucho viento, por lo que se cobijó con ambas manos juntas cerca de la boca para tapar también su cuello. En la ventana comenzaron a chocar las gotas de agua, había olvidado correr las cortinas. Se paró repentinamente para hacerlo y volvió enseguida a la cama. Como si algo al quitarse la cobija la hubiera tocado sintió el mismo hormigueo que tuvo al tocar la figura del gato pero ahora desde su cuello hasta las orejas y toda la cabeza. Recordó que no había cerrado la puerta de la casa después de que saliera su hermano, se disgustó un poco, dudaba. Entonces un fuerte resplandor iluminó el cuarto entero. Tembló violentamente por la repentina luz. Desde la ventana del balcón creía ver una silueta extraña, miró fijamente por un buen tiempo, pensó que algo ahí afuera la observaba; el sonido de aquel rayo que había caído hace unos segundos la saco de su transe, pero la idea de que algo desconocido la amenazaba comenzó a hacerla dudar de dormir en su cuarto. Los cristales de la ventana temblaban al igual que su casa por efecto del relámpago. Un segundo rayo cayó al tiempo que un fuerte sonido volvió a sacudirla, pero esta vez el sonido fue acompañado de unas palabras huecas; "¡Daevas!". La voz provenía del fondo del cuarto. Era como un lamento. Daphne trató de ver qué era lo que estaba ahí, pero no podía enfocar bien. Intentó prender la luz de su lampara pero esta no encendió, se desconcertó, quizás la luz se había ido, entonces algo sofocaba la habitación, tenía dificultad para respirar, algo se apoderó de ella, "¿quién está ahí?" -gritó, pero nadie respondió. Le temblaban las manos, estaba buscando su celular para poder tener algo de luz, pero este no encendía. Algo le impedía levantarse de la cama. Su corazón comenzó a palpitar más fuerte. Una especie de sombra se movió a través de la poca luz que entraba a su cuarto, se acercaba, una figura oscura al fondo del cuarto comenzaba a condensarse, sentía como una presencia a la orilla de la cama. Estiró la mano para tratar de tocar algo y un frío inmenso invadió el cuarto entero. La cama hizo un leve movimiento; Daphne comenzó a sudar, la cama tembló un poco y después se estrelló violentamente contra la pared de un costado haciendo que se golpeara en la cabeza y en el hombro, se sentía desesperada, atrapada. Su teléfono se encendió. Inmediatamente trato de llamar a su hermano, estaba aturdida, llorando. Alguien contestó el teléfono, pero no se escuchaba nada. Nadie respondía. Sintió un fuerte dolor en el estómago, no podía sostener el celular en sus manos por el miedo inmenso que se apoderó de ella, era como si algo quisiera invadir su cuerpo. Un tercer rayo cayó ilumino el cuarto por unos segundos; una figura espantosa apareció y un grito aterrador se perdió en la noche.

Su piel tenía algunas cicatrices parecidas a las que provoca el frío extremo, eran como quemaduras; suspiraba. Tenía los ojos hinchados y un poco amarillos. Se paró y comenzó a caminar en dirección a su hermano, pero sus movimientos era anormales. Llegó hasta su hermano, su cabeza comenzó a temblar y sonriendo pronunció tartamudeando "¡D-d-d-ddaeva!", sin dejar de ver a su hermano comenzó a llorar... "¡Sácame de aquí por favor!"-gritó Daphne con desesperación

CatatoniaWhere stories live. Discover now