Mi príncipe [Bnior]

Prince's leadership

Esa vez estaba emocionado, era la primera vez que iba a un evento del campus y aunque fingí que no tenía interés en la final de fútbol, BamBam me arrastró junto con YoungJae diciendo que los demás estaban en el equipo y teníamos que apoyarlos. Me senté, fingiendo demencia mientras ellos se deshacían en gritos apoyando al equipo de la universidad y atacando al equipo contrario, igual que la mayoría de los espectadores. Contuve la respiración, desde que empezó el partido. Jodido dios que tenía que respirar pero juraba haberlo olvidado por completo, me sumergí en el abismo que era el capitán del equipo.

Corriendo, sudando, con la respiración agitada, pateando, con sus ojos llenos de concentración y frustración cuando la jugada no salía como se esperaba o emoción cuando lo hacía. No podía, aunque quisiera,—y realmente no quería—apartar la mirada.

El daba instrucciones, gritaba nombres y señalaba personas, corría y daba palmaditas de apoyo en la espalda de algunos que se veían agotados, los demás espectadores se daban cuenta que el realmente tomaba su papel y lo interpretaba perfectamente, balanceando el trabajo en equipo y al mismo tiempo cargando al equipo en sus hombros.

Al final del partido, cuando desperté de mi estupor, con un resultado negativo para nosotros, el equipo se acercó, algunos con lágrimas en los ojos disculpándose con quienes los estuvimos apoyando y Jae agarraba la espalda baja de algunos y decía un tranquilo "está bien, tendremos otra oportunidad" aún cuando el estaba aguantándose sus lágrimas y pintando una sonrisa en su rostro. No pude soportarlo mucho y dentro de mi trance me levanté y fui a abrazarlo, se sorprendió—y no puedo negar que hasta yo lo hice— "eres increíble, nunca me había emocionado tanto con un partido, realmente lo hicieron genial" dije mientras me separé un poco para verlo, pequeñas lágrimas salieron de sus oscuros ojos y la sonrisa se volvió genuina, "muchas gracias, príncipe, de verdad" dijo mientras se limpiaba sus lágrimas y después devolvía mi abrazo.

"Que no soy un príncipe" proteste como siempre—tu si lo eres— dije para mis adentros.