Había decidido alejarme un poco de JaeBum, no tanto como para dejar de juntarme con los chicos pero debía dejar de hacerme ilusiones con algo que no iba a pasar, así que empecé a evitarlo, evitar estar los dos solos. Yugyeom se había apiadado de mi alma y ahora me hacía juntarme más con el.
Cuando el bebé gigante veía que JaeBum estaba a punto de atraparme me arrastraba hasta otra parte, me sostenía por los hombros para evitar que tuviera más contacto de lo necesario, intervenía por mi en las conversaciones que teníamos. De verdad apreciaba su ayuda.Entonces ese día, estábamos en una de las bancas fuera del edificio de literatura, Yugy me había jalado para tumbarme y termine sentado en su regazo, vi como JaeBum frunció el ceño—en ese momento pensé que lo había imaginado, pero después supe que no— aparte había estado particularmente más gruñón y se enojaba con facilidad por todo.
Lo había estado evitando pero como quiera lo seguía observando de lejos.
"Ahora eres mi bebé" había dicho Yugyeom, aunque me miro por un momento al decir eso sonrió burlón y volteo hacia el frente, antes de que pudiera decir algo sentí un jalón brusco y me vi lejos de los chicos—los cuales precian muy divertidos con lo que estaba pasando—
"Estupido Yugyeom" decía Jae entre dientes mientras me jalaba y me estampaba a la pared "ya dime que hice Park! Dímelo porque realmente no lo sé!" Me soltó y después se despeinó, desesperado, yo no sabía que estaba pasando en ese momento, así que negué con mi cabeza porque no me salían las palabras, "es por Yugyeom? Me cambiaste por ese gigante? En realidad tienen algo y no nos lo quieren decir, no?" Decía rápido, moviéndose de un lado a otro, se veía gracioso, nunca lo había visto desesperado y tan ansioso así que me reí "acaso estás celoso?" Dije en modo de burla, obviamente no era posible, el volteo a verme con el ceño fruncido—o si era posible?—
"Y si así fuera, que dirías?" Me miro curioso y mi corazón se detuvo.
ESTÁS LEYENDO
Mi príncipe [Bnior]
FanfictionLos rumores no se igualaban para nada a lo que de verdad era su personalidad, amargado, tímido y reservado no coincidían para nada en la descripción de un príncipe. Mínimo los rumores sirvieron para encontrar a el suyo.