Bajo el arcoirís [Yoonmin]

Verde

"Pero escucho sonidos en mi mente. Sonidos nuevos en mi mente. Pero cariño yo, te estaré viendo, siempre, que voy. Pero cariño yo, te estaré viendo cada camino. La estoy esperando, esa luz verde, la quiero"

Yoongi dio un respingo al sentir el pelaje de su gato rozar su piel.

Habían pasado años desde que había estado en la casa de su infancia, pero el lugar se mantenía tan solitario como siempre.

Tras saludar de manera efusiva a los empleados de la habitación, el chico se había encerrado en su antigua habitación, quedando sorprendido al descubrir que el viejo Choco se mantenía vivo aún después de su partida.

El gato lo recibió de forma cariñosa, moviéndose con dificultad debido a su avanzada edad.

—¡Choco! ¡Estás vivo!

Yoongi abrazó al gato con fuerza, sin importarle que el pelaje blanco del animal terminara ensuciando la chaqueta de su universidad.

Conseguir entrar a la SNU había sido una completa pesadilla. Al recibir la chaqueta estuvo a punto de llorar de emoción, pero esta vez, valía la pena dejar que se ensuciara un poco.

Yoongi se sentía culpable de haber dejado al gato detrás, pero después de que sus ataques de ira incrementaran, su padre había determinado que no era seguro mantenerlo cerca de él y cuando Yoongi finalmente se había recuperado, le resultaba difícil regresar al lugar donde toda su vida había colapsado por primer vez.

Tal vez, si su padre lo hubiera apoyado en lugar de dejar que se aislara del mundo, su depresión no hubiera progresado de la forma que lo hizo. Y si eso no hubiera pasado, él nunca se hubiera encontrado a Jimin en ese centro psiquiátrico.

No estaba feliz de la forma en la que todo había pasado, pero si tuviera la oportunidad de cambiarlo, no lo haría.

Yoongi dejó que el gato se acurrucara encima de sus piernas mientras trabajaba en su escritorio, componiendo una canción que los profesores de su universidad le habían encomendado.

Al escribir la letra, todo lo que podía pensar tenía un hombre y un rostro gentil. Jimin, todo lo que habían pasado en los últimos años dentro y fuera del hospital, eran lo que venía a su mente en cada ocasión.

Yoongi decidió centrar su canción en el rubio y en la relación que ambos tenían, sin importarle lo fácil que sería para los demás ver su corazón expuesto cuando la canción fuera pública.

—Sólo quiero que me de una señal, Choco—susurró suavemente—. Una luz verde, una pequeña indicación de que está bien para mi intentar que se enamore de mi...

El gato lo miró con sus ojos abiertos de par en par, sin comprender lo que su dueño decía, pero feliz de estar con él.

En muchos aspectos, Yoongi no era diferente de él.

Aunque Jimin no hablaba un idioma diferente, a veces les resultaba difícil comunicarse. Jimin había progresado enormemente pero tenía problemas comprendiendo los signos sutiles que la mayoría de las personas empleaba.

Si Yoongi quería decirle lo que sentía, tenía que ser lo más claro posible. La forma poética que tenía de escribir cada canción tenía que ser remplazada con una más literal, de modo que Jimin fuera incapaz de confundirse.

Después de tomar un profundo respiro, Yoongi empezó a escribir todo lo que sentía respecto al rubio, sintiendo como las palabras aparecían en la pantalla de su computadora con rapidez.

Yoongi dudaba que sus profesores apreciaran la canción tanto como él lo hacía, pero para él, esta se había convertido en más que una tarea desde el momento en que Jimin pasó por mente.

Él tenía que hacerlo lo mejor que podía, aún si Jimin no reaccionaba de forma positiva a esta. Él ni siquiera estaba seguro de que Jimin considerara a esa canción como la forma adecuada de revelar sus sentimientos.

Yoongi sólo había hablado acerca del amor con el chico en dos ocasiones. En una, Jimin le había dicho que no comprendía del todo el amor, más se encontraba ansioso por experimentarlo y en la otra, le había confesado que se sentía atraído hacia los chicos. Yoongi sabía todo de antemano, pero aún así escucho atentamente a lo que el chico le decía, diciendo que estaba bien y que él también se sentía atraído a los chicos.

Aún si las cosas no resultaban como esperaran, Yoongi sabía que Jimin no sería capaz de alejarse de él. Las cosas entre ellos serían incómodas, pero con él tiempo, él sabía que su amistad prevalecería.

Pensando en eso, Yoongi tecleó la última palabra en el teclado y acarició a Choco de nuevo, sintiéndose satisfecho por su creación.