Bajo el arcoirís [Yoonmin]

Morado

"Tú eras rojo, y yo te gustaba porque era azul. Pero me tocaste, y de repente yo era un cielo color lila, y tú decidiste que el morado, simplemente no era para ti."

—¿Alguna vez te has enamorado, Jungkook?

Su amigo terminó de suturar la herida del conejo antes de mirar a su amigo con confusión.

—¿Tienes que preguntar eso mientras opero a Cooky?

—Lo siento. Quería preguntártelo desde que llegué a la escuela, pero estabas preparando todo para la cirugía y ahora que estás a punto de terminar...

El azabache sonrió a través de su mascarilla, poniendo todas las herramientas de lado y transportando al conejo a la jaula donde estaría hasta que la anestesia perdiera su efecto.

Con sumo cuidado, Jungkook se quitó las protecciones médicas y miró a su amigo con tranquilidad, preparándose para formular la respuesta adecuada.

—Me enamoré de Taehyung, Jimin. Eso no terminó bien, como puedes recordarlo, pero nuestra relación fue... importante.

Jimin asintió, recordando como su amigo había llorado mientras él lo consolaba de forma torpe después de que el chico lo hubieran rechazado.

—¿Es por eso que decidiste operar a Cooky? ¿Para que Taehyung fuera feliz?

Jungkook negó, sonriendo con tristeza.

—No, Jimin. Simplemente, me pareció algo cruel dejar que ese pobre conejo muriera porque la escuela no tenía los fondos suficientes para pagarle la cirugía. No soy un veterinario, pero he visto a mi padre hacer una cirugía como esa antes y no es algo demasiado complicado, aunque...

Jimin no estaba seguro de que tan difícil era operar a un conejo, pero esa no era la razón por la que había hablado con su mejor amigo en el primer lugar.

—Creo que estoy enamorado de Yoongi-hyung.

—Wow, Jimin, tienes que dejar que me prepare mentalmente para cada revelación—respondió el chico, tomándose un momento para analizar la nueva información.

—Lo siento. ¿Necesitas un momento para prepararte para la siguiente revelación?

Jungkook suspiró, asintiendo.

—¿Tienes algo más que decirme?

—Sí, te acabo de advertir para que estuvieras preparado.

El chico rio, sintiéndose alegre por su amigo.

—Yoongi-hyung me escribió una canción diciendo que estaba enamorado de mi. La escuché en el radio de su universidad. No diría que es excepcional ni nada por el estilo, pero su sonido es agradable.

—Okay, creo que le estás poniendo énfasis a las cosas incorrectas, Jimin. Él te compuso una canción, por todos los cielos. Si tu te sientes de la misma forma que él, ¿no deberías de decirle como te sientes en lugar de ponerte a analizarla?

—Voy a decirle como me siento, Jungkook. Vine para pedirte tu ayuda para hacerlo de la forma adecuada.

Jungkook lo abrazó con más fuerza de la que normalmente usaba, pero Jimin no se atrevió a reclamarle esto. En lugar de eso, correspondió su abrazo con una amplia sonrisa.

—Te ayudaré en lo que sea, Jimin.

Sorprendentemente, los maullidos de los gatos no eran un sonido que Jimin no pudiera tolerar. En realidad, escuchar los maullidos de Milk, el gato que había adoptado de la veterinaria de los padres de Jungkook, le resultaba reconfortante.

Tras acomodar el moño del felino un par de veces más y asegurarse de que la pequeña caja de regalo se mantuviera atada al listón, Jimin bajó al gato de su regazo y corrió a abrir la puerta del apartamento.

Al entrar a este, Yoongi quedó sorprendido al ver su rostro colgado en la entrada del apartamento, un retrato perfecto que estaba terminándoselo de secar.

—Jimin, ¿pintaste eso?

—Sí. Jungkook dijo que debería de mostrarte mi amor mediante algo que yo también amara, como tú lo hiciste con esa canción. Hace mucho que no pintaba y me equivoqué demasiado, pero...

—Es hermoso. Gracias... por dejar en claro sentimientos—respondió el castaño, conmovido por el

—Jungkook me dejó tomar un gato de la veterinaria de sus padres. Le he puesto Milk, como el sugirió, pero puedes cambiarlo si no te gusta.

—No, es un nombre lindo—respondió entre risas—. Combina con Choco.

Jimin sonrió mientras llamaba al gato mediante un pequeño juguete.

El felino apareció ante ambos, sacudiendo su pelaje negro para intentar deshacerse del moño. Jimin se apresuró a tomarlo entre sus brazos para evitar que lo hiciera.

—Hay una pequeña cajita en el moño de Milk. Abrela, por favor.

Yoongi se apresuró a hacer como el chico indicaba, quedando sorprendido al ver un par de anillos adentro.

—Oh, Jimin. No... no puedo aceptar esto.

—¿Qué? ¿Por qué? Si ambos estamos enamorados, ¿no es natural que nos casemos?

—Jiminie, me encanta estar contigo. Pero somos demasiado diferentes. Tú eres como... un rojo brillante, y yo sólo soy un triste azul.

—Eso no tiene ningún sentido.

Yoongi suspiró, poniendo la caja en el suelo.

—Sé que no tiene sentido para ti, rechazar tu propuesta después de que te confesé que te amaba... No pido que lo entiendas, Jiminie. El amor no siempre es fácil de entender.

—Quiero entenderte, hyung. Por favor, déjame al menos intentarlo...

—Tal vez. Necesito tiempo para pensarlo, ¿sí? No quiero lastimarte, Jimin. Tú no me has visto cuando pierdo el control, pero cada día pienso en lo que pasaría si lo hicieras y mi mundo entero colapsa. Debo de estar seguro de que no voy a lastimarte si quiero ser tu esposo.

—El mundo no puede colap... Lo siento, dejaré de intentar comprender tus palabras. Sólo escucharé y esperaré a que digas que aceptes mi propuesta.

Yoongi sonrió levemente, en un débil intento de ocultar sus lágrimas.

—Sí, eso suena como una buena idea.