Me sentía sofocado, no tenía ni la mas mínima fuerza para al menos, huir patéticamente de aquel callejón. En ese momento... no tenia voluntad.
Maldecía a la vida con todas mis fuerzas por haberme hecho de tal manera; tan patético, con un cuerpo débil e incapaz de poder protegerme.
Era frustrante.
Aquella mirada impregnada en deseo, me observaba atentamente y me aterraba por completo, mi cuerpo había empezado a temblar a causa del miedo que sentia, el pánico invadió mi cuerpo y mi mente por completo, sólo quería escapar ¡huir De allí!... Pero no podía.
—Por favor... dejame...—hable entre sollozos—. Llevate lo que quieras, pero dejame ir.
—Hum... ¿Sabes? Al principio sólo quería robar tus cosas, pero aprovechando...—su mirada se paseo con lujuria por todo mi cuerpo—. También te tomare a ti— habló entre jadeos.
Nuevamente me hundí en mi llanto silencioso, mis lágrimas cubrían mi rostro; tenía miedo.
En un intento por huir al ver que aquel Alfa repugnante, se lanzaba a mí, le propine una patada en el estomago, haciéndolo enfurecer, alzo su autoridad en mi; aturdiendome, haciendo que me sintiera pequeño ante él y comencé a sollozar.
—¡Silencio!—gritó, tirando de mi cabello con fuerza—¡Debes portarte bien si no quieres que te haga pasarla mucho peor!.
Poco a poco aquel hombre me arrinconó en la pared, desabotonado los primeros dos botones de la camisa de mi uniforme escolar, lamió mi cuello y dio leves mordiscos en el, asiendo que sintiera mucho asco y que mi llanto aumentara, intente zafarme; incruste mis uñas en sus hombros para alejarlo de mi pero fue inútil, a cambio recibí un golpe en mi estomago dejándome sin aire. Mi cuerpo se deslizo por la pared a causa del dolor que sentía, lleve mis manos a mi estomago apretándolo.
—Te lo advertí ¿No? Ahora te castigare por desobediente. Mereces un castigo al que te recuerde cual es tu lugar en esta tierra. !maldita basura! Sólo eres un maldito objeto de satisfacción sexual, ¡entiende eso! ¡No eres nada!.
Sus palabras dolían, porque sabia bien que eso es lo que todos pensaban al respecto.
—Déjame ir...—hable con dificultad.
El sólo se rió y poniéndose a mi altura comienzo a quitar mi camisa con brusquedad arrancándomela prácticamente.
Comenzó a besar nuevamente mi cuello pero ahora con mas brusquedad que antes.
—¡Dejame, no me toques! ¡Sueltame!—pedía a gritos pero desgraciadamente él no cedía.
Su mano impacto contra mi mejilla, un ardor horrible escocia por ella. Fue tanta su fuerza en el golpe que me tumbo al suelo, como acto reflejo interpuse mis manos entre el frío pavimento y mi cuerpo, pude sentir como pequeños cristales se incrustaron en mis manos haciendo que soltara un quejido de dolor.
—shhh silencio, no grites-hablo con voz tranquila, acariciando mi cabello—. Tú dices que no, pero tu cuerpo dice otra cosa.
Y era cierto... sentía mis mejillas arder a pesar de los golpes y mi parte baja cada vez se humedecía mas.
Odiaba ser de esa manera... odiaba mi parte omega.
Me tomo por los hombros y giro mi rostro para que lo viese, esbozo una sonrisa socarrona y comenzó a besarme con salvajismo, por mas que intentara separme no podía, mis fuerzas habían cedido y no me daban la oportunidad de hacer nada.
Solté un pequeño gemido involuntario, lo cual hizo que me tensara. Aquel alfa sonrió con suficiencia.
—Ves que lo disfrutas, no te hagas el difícil—. Se acerco a mi oído lamiendo el lóbulo-por que se que te gusta-su mano se poso en mi entrepierna frotandola.
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Sin Derecho A Amarte / Omegaverse
Acak"Él no es tuyo, no te pertenece y nunca lo hará, él ya tiene a alguien y ese alguien no eres tú"