La razón de mis acciones (M-Preg)(Thorki)

Capítulo 3

    Sudor en la frente, los gritos de dolor de Loki se hacían presentes, la niña estaba apunto de llegar y el estado del dios era deplorable. Aquellos gigantes iban corriendo de un lado a otro en el palacio gélido.

Para suerte del dios, fue encontrado y llevado al palacio por los gigantes de hielo, además de la falta de alimento comenzaba a hacerse notoria en su cuerpo, haciendo que casi perdiera a su hija. Mentiría que cuando recibió aquella noticia por los sanadores de Jotunheim no sintió miedo, llegó a aterrarle la idea de perder a su hija.

Laufey estaba muerto, el ya no existía, así que no estaría para presenciar el nacimiento de su nieta. Porque si, se había comprobado que el era el hijo ilegítimo del ya fallecido rey. Aunque se iría luego del nacimiento de la niña aunque se lo estuvieran impidiendo.

—¡Maldita sea! ¡Ya sacala! —Estaba rogando el de cabello oscuro por el dolor insoportable por el que estaba pasando, las lágrimas no se hicieron esperar más. Al tener todo listo, comenzaron a hacer una incisión abriendo el vientre del Jotunn de menor tamaño; Loki por inercia dio un grito desgarrador cuando su piel se fue separando, aquellas lágrimas aumentaron, las majaderías no se hicieron de esperar en aquel momento. En todo el tiempo que había estado en Jotunheim había mantenido su forma Æsir, pero su control se fue a la mierda, su piel comenzaba a tornarse azul, las runas en su cuerpo aparecían como pequeñas cicatrices sobresalientes, y ambos ojos se volvieron rojos a la par que ambos cuernos prominentes surgían. Estaba sufriendo demasiado.

En cambio en Asgard, la reina sentía una opresión en su pecho, sabía que algo no andaba bien, y tenía que ver con su pequeño, lo sabía porque en ese momento el sol estaba brillante, pero el cielo se oscureció, eso era lo que le daba angustia, y en su corazón se albergaba un dolor inconfundible, su pequeño estaba sufriendo.

Thor desde la partida desconocida de su hermano, si bien, lo estuvo buscando, pero paró, gracias a sus deberes en Asgard, pero por su imprudencia de ir en busca del pelinegro fue exiliado de Asgard por sus actos imprudentes y barbaricos. Aunque estando en la la tierra, más conocido para los Æsir como "Midgard" conoció a una espléndida mujer su relación no duró mucho, alto en el le carcomía, diciéndole que estaba mal su acercamiento íntimo y sentimental con la humana castaña, para más tarde unirse a una asociación que se encarga del bienestar de la humanidad, más conocido como SHIELD.

Pero en fin, volviendo con Loki. A medida que el proceso avanza, el dolor se hace más doloroso, sus ojos se empañan por una fina capa de lágrimas que comenzaron a salir, su vista se nublaba, sólo escuchó el llanto, fue lo suficiente para que quedara inconsciente, sólo deseaba que su pequeña estuviera sana.

Perdió la noción, el príncipe quedó inconsciente al dar a luz a la diminuta criatura que se encontraba llorando en los brazos de Helblindi. Su piel era azul, las runas adornaba su cuerpo, aunque conforme el llanto seguía, ese azul iba desapareciendo para dar paso a un color blanquecino, del mismo color que los que provenían de las tierras de Asgard. Unos ojos color zafiros adornaban sus ojos pero se encontraban empañados por el llanto. Los sanadores y Helblindi no sabían que hacer. Era una niña, eso estaba claro, no dejaba de moverse, movía las piernas y los brazos, el llanto iba aumentando.

Temían llegar a lastimarla, era muy frágil, y parecía que con un movimiento en falso irían a matarla.—Trae la comida para la criatura, dámela.—Ordenó un sanador al gigante que sostenía a la bebé, ellos se encargaron que calmar a la criatura, pero aún ser parte gigante de hielo, su cuerpo comenzaba a bajar la temperatura, razón por la cual debieron abrigarla lo más posible, fue cuando dejó de llorar. Loki despertó, horas después, pero su cuerpo estaba recobrando las energías poco a poco, pero dolía demasiado, sentía como si lo desgarraran por dentro.

—¿Dónde está?... ¡¿Dónde está?! —Se exaltó cuando su visión no captó a su pequeño retorno, los gigantes que presenciaron la escena le pidieron que se calmara, que pronto se la iban a traer en cuanto el se recuperara, pero no podía, no estaba tranquilo al saber que su bebé estaba lejos de el, necesitaba tenerla en sus brazos para asegurarse que ella estaba segura.

Uno de los guardias llegó, con extremo cuidado tenía a la niña. Se la dio a su madre, el cual al ver a la niña sonrió, una sonrisa cansada, pero cargada de amor. No iba a dejar que lo separarán de su pequeña, ni fuera el mismo Odín, o Thor, nadie lo iba a separar de ella.