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—Venga, Baek, una cerveza y un poco de música no le viene mal a nadie.

—Por ahora solo me quiero morir, Jongdae. —respondió tallándose los ojos llorosos —Déjame pudrirme, por favor.

Con las manos en las caderas, Jongdae rodó los ojos fastidiado. Tenía más de dos horas completas tratado de convencer al contrario para que salieran esta noche y todo lo que conseguía era un aumento considerable de las hormonas dramáticas de Baekhyun cuando, con un puchero en los labios, se lanzaba de golpe a la cama y directo a devorar los montones de litros de helado que descansaban en su mesita de noche.

Jongdae mantenía el ceño fruncido mientras miraba al pequeño bulto en la cama con desaprobación y aunque sabía que el hecho de juzgarlo con la mirada no haría ningún cambio, eso no evitaba que estuviera ahí parado, luchando consigo mismo para no hacerle sentir peor con sus regaños. Sin embargo, toda buena intención se fue en picada al vacío cuando vio nuevas lágrimas acumuladas en los ojos de Baekhyun, entonces pensó que quizá lo que le hacía falta era una cachetada en el culo para hacer que en su nublado día saliera el sol.

—Deja eso. — le regañó —No voy a permitir que te quedes ahí sentado, engordando y poniéndote feo solo porque el estúpido de tu novio...

—Ex novio —le interrumpió.

—Sí, sólo porque el estúpido de tu ex novio decidió meter su pene en otro agujero que no es el tuyo

—¡Puedo deprimirme por lo que a mí se me dé la gana, Jongdae!

—¡No me grites!

—¡Déjame revolcarme en mi miseria entonces!— lanzó una de sus almohadas directo hacia la cara de Jongdae, pero falló. —Estúpido, Sehun.— lloriqueó cruzándose de brazos.

Con las venas del cuello a reventar, Jongdae empuñó sus manos y se marchó de la habitación a pasos veloces. Por un momento, Baekhyun suspiró pensando que por fin el chico recién teñido de rubio se había dado por vencido, y entonces se envolvió en sus mantas, dispuesto a permanecer acostado y fingir que dormía. Sin embargo, cayó en cuenta de su equivocación cuando sintió un latigazo de agua fría en la espalda.

—¿Qué mierda, Jongdae? —gritó sin aliento.

—Vas a levantarte, tomar un baño real, maquillarte tus estúpidos ojos hinchados y vamos a salir de fiesta.— dijo a la vez que lanzaba en el lado seco del colchón la ropa interior del bajito. —No hay excusas. Tienes veinte minutos.

Baekhyun negó cubriéndose nuevamente con las cobijas húmedas, pero cuando Jongdae se las arrebató, lanzó un suspiro desesperado y entonces se puso de pie, ignorando las tremendas ganas que tenía de golpear a su amigo, y se dirigió al baño. Esta definitivamente sería una noche larga.

[▫️▫️▫️]

El camino al Exodus fue rápido. Jongdae condujo libremente por la autopista casi vacía, cosa rara para ser un viernes por la noche, y estacionó en el primer lugar que logró visualizar. Por extraño que pareciera, el antro más visitado de la ciudad no se encontraba repleto, sin embargo, eso no esfumó el puchero de Baekhyun en sus labios cuando entró arrastrado por Jongdae al establecimiento.

Ambos tomaron asiento y pidieron sus bebidas, pero al contrario de Jongdae, Baekhyun no estaba disfrutando de la música electrónica que retumbaba en sus oídos, y mucho menos de los colores extravagantes que lucían los primeros tragos de alcohol en su sistema. Quizá fue por eso que de un momento a otro, optó por cambiar el sabor intenso del vodka por una bebida más suave. Comenzando con una cerveza amarilla pequeña, a la que luego vino otra y otra más, hasta que el platillo de botanas que había pedido para evitar emborracharse quedó olvidado por completo.

Cuidando De Baekkie °CHANBAEK°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora