CAPÍTULO 3.
Despedida.
El viaje al oeste del continente resultaba infructífero, Nicholas estaba perdiendo un poco la paciencia, pues sentía que el esfuerzo de esos días había sido en vano.
Hasta el momento todos negaban tener conocimiento sobre esas criaturas, algunos incluso pedían ver la cicatriz que había quedado en el abdomen de Nick como evidencia, y aún así no podían identificarla.
—Lo siento, no tengo idea de qué podrían ser— exclamó Razvan, el líder del último aquelarre que habían decido visitar antes de emprender su camino de regreso.
Razvan Vladimirescu era un vampiro muy viejo; su pose encorvada, cabeza totalmente calva y con manchas, y cejas blanquecinas le hacían lucir como un verdadero anciano, incluso desprendía un leve olor a "antiguo". De hecho, todo ese aquelarre se caracterizaba por parecer "no tan joven".
—¿No has escuchado sobre algún motín o grupo de rebeldes?— insistió Anthony.
El viejo negó, —no, en verdad; además, por aquí no usamos mucho esos walkie talkie's modernos, solo las noticias que llegan por correspondencia y en un sobre con su respectivo sello son tomadas con real seriedad.
Nicholas supuso que Razvan se estaba refiriendo a los teléfonos celulares, pero no le sorprendió su comentario, el sujeto parecía como del siglo pasado, literalmente.
—Bien, comprendo— Anthony hizo una leve reverencia como muestra de respeto, —lamento haber llegado de improviso.
—Descuida— ondeó su huesuda mano restándole importancia, Nick pensó que seguramente tenía artritis, —haré que les preparen sus habitaciones, deben descansar— agregó Razvan.
Nicholas miró a Anthony y este entendió de inmediato: aunque la oferta sonaba tentadora, no podían quedarse.
—Eres muy amable, pero me temo que no podemos corresponder a tu hospitalidad, debemos irnos— explicó.
—¿Tan pronto?— las cejas blancas se elevaron hasta lo que en el pasado pudo ser el nacimiento de su pelo.
—Así es; como habrás notado, estamos en una búsqueda de información.
Razvan miró de Nicholas a Anthony y luego asintió, —está bien.
Una noche y un día era el tiempo estimado para recorrer el camino de regreso que faltaba; el semblante de preocupación por aquella fallida misión era evidente en el rostro de Anthony, pues los datos recopilados, aunque pocos, eran alarmantes. ¿Criaturas aparentemente híbridas? No había otra manera con la cuál describirlas. Anthony había compartido sus pensamientos con Nicholas y este concordó con esa teoría, muy acertada como también descabellada, pero Nick sabía lo que había visto y contra lo que había luchado, nunca antes había tenido una cicatriz como esa en batalla, así que esa criatura debería ser en parte vampiro, ¡ah! y también aullaba; los cadáveres eran la evidencia de ello.
Cuando el sol del atardecer del segundo día comenzó a descender, Nicholas sintió su corazón acelerarse, sabía que pronto se reuniría de nuevo con Joshua, su pareja, la persona que el destino creó solo para él. Nick esperaba que, no, estaba seguro de que Jo le había extrañado tanto como él lo hacía, aunque también era un hecho de que Joshua habría estado ocupado en ese tiempo que estuvieron separados; muy probablemente investigando con el círculo íntimo y los médicos acerca de esas "cosas", pues una de las razones por la cuál los cuerpos habían sido trasladados al pueblo fue justamente esa. Eduardo, uno de los médicos más destacados, junto con su joven hijo y aprendiz llamado Enrique, se encargarían de abrir a esas criaturas.

ESTÁS LEYENDO
Creciente
WerewolfSINOPSIS Nicholas Kozel es la mano derecha del líder de su grupo, si fuera un cambiaforma lobo sería un beta, pero no lo es, Nick es un vampiro. Han pasado tantos años desde su "nacimiento" que ya no recuerda con claridad de donde proviene, pues con...