Sofia Smith Stone, es una chica hermosa, cursa su último año de secundaria, decide ser libre por primera vez en su vida, decide revelarse, sin pensar que esa noche le cambiaría la vida de manera increíble y el resultado de su rebelión, es un embaraz...
Pasaron unos días, y hoy le dan la salida a Jake, y como dijo el señor Evans, un auto esperaba por nosotros, era momento de empezar una nueva vida, abrace a mi hijo, esto lo hacía por él, emprenderíamos una vida nueva, no quería que viviera una vida como yo, en un ambiente con peleas, vicios, este era la mejor decisión que podía tomar, pero no podía negar lo nerviosa que estaba ya que no sabía lo que me esperaba en ese lugar.
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Estos días no han cambiado; voy a la universidad como de costumbre, al llegar a casa percibo un ambiente algo sombrío, no sé lo que pasa y prefiero irme a mi habitación a bañarme, al salir de la ducha escucho que me llaman, me necesitan mi abuelo, me pongo un pantalón y una camisa al salir de mi habitación me dispongo a bajar las escaleras, veo que están junto a la puerta, eso es extraño, no entiendo el porqué, pero al acercarme puedo notar una chica junto con un bebé en brazos y es cuando me doy cuenta que está chica fue la de aquella noche.
La que busqué y no encontré, ¿acaso es ella la de la prueba? ¿Estaba confundido? ¿Porque no me busco? ¿Ella sabía dónde me encontraría? ¿Sabía cuál es mi universidad? ¿Sería que lo que buscaba era seducirme para sacar dinero a mi familia?
Pero porque no me busco, era tantas las preguntas que se me pasaban por la cabeza y aún no comprendía lo que pasaba, noté que su cuerpo era diferente y tenía más curvas que antes, era increíble pero no era momento de pensar en eso.
Me debe una explicación solo eso pensé, no quise hablar simplemente me quedé callado, en su cara se le veía incómoda y no era el momento de indagar.
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Es la hora, llegamos a la nueva casa, estoy dudando en seguir adelante, no sé cómo me recibirán, o como tomaron la noticia, el chófer se detiene, se que es la hora de salir me habré mi puerta, sé que no es momento de arrepentimientos y decido arropar a Jake ya que hace frío, al salir el señor Evans nos espera junto a la puerta.
─pasa te estamos esperando ─dijo con una sonrisa que trasmitía confianza, junto a él estaba la señora Luciana y no tenía buena cara, lo mismo su hija, yo simplemente miraba a mi hijo y lo abrazaba, al volver a posar mi mirada hacia ellos, estaba Kyle,
