Capítulo 3

57 3 0
                                    

-¡Niña! pareciera que fueras visto a un fantasma. -Me dijo mariale muerta de la risa. -¡Cállate estúpida! ni sabes lo que me acaba de pasar. -Le dije abriendo el jugo de naranja que compré. -¿Qué pasó?. -Me preguntó. -Bueno chica, acomódate ahí porque te contaré algo que me paso hace un tiempo. 

le conté a mariale lo que ocurrió con Gabo, ella solo se burlaba, ya que yo le daba demasiada importancia a ese chico, y en parte era verdad, lo acababa de conocer, solo que, sentía curiosidad del por qué se me hacía tan familiar. Fuimos a clase, ese día yo salía a las 5pm y me iría caminando a casa, mi hermano tenía su propio auto y yo me iba con él, solo que a veces, prefería irme caminando sola a casa.

Se hizo la hora de la salida, me estaba preparando para ir a casa, a mariale la iba a buscar su chofer, ella era alguien de buena posición económica, yo sin embargo, era a pesar de todo humilde,  mi hermano tenía su auto solo porque desde muy pequeño ha trabajado y ahorrado mucho, me encanta que sea así, casi nunca dependía de mis padres, todo lo que quería, lo conseguía.

Salí del liceo y empecé mi caminata, mi mente divagaba, estaba confundida, nisiquiera logré notar que con tan solo haber pasado dos cuadras, estaba empezando a llover, salí corriendo y me quedé debajo de una casa muy elegante, era de tres pisos, tenía hasta balcón, por un momento me quedé observando esa increíble casa, no paraba de repetir en mi mente "Algún día tendré una casa así". Me senté en el suelo a esperar que dejara de llover, recuerdo que estando ahí me acordé de una casa así de grande en la que yo iba casi todas las tardes a jugar, yo era muy pequeña, tenía como 8 años así que no lograba recordarla en la totalidad, lo que sí se, es que en esa casa solía jugar con un niño, no recordaba su nombre, ni tampoco me acordaba mucho de su cara, pero se que ese niño me encantaba, era gracioso el típico primer amor de niños, nos dábamos besos en las mejillas y para nosotros era un logro, después de que a ese niño lo mandaran a estudiar a otro estado, no lo vi más nunca, pero jamás lo olvidé, significaba mucho para mi. 

Al cabo de 1 hora, terminó de llover y me fui a casa, llegué empapada, no paraba de estornudar, soy de las típicas chicas delicadas que con solo una llovisna se resfría, me dirigí a mi cuarto y me desvestí, entré al baño y me duché con agua tibia, minutos después salí de la ducha, me coloqué un short de algodón blanco con un suéter negro, me senté en mi cama y saqué mis cuadernos de mi bolso,  tenía tarea pendiente así que me encargaría de hacerla de una vez toda para tener los días libres, justo cuando estaba sacando el último cuaderno, cayó al suelo una nota, la recogí con curiosidad, a lo mejor se habían equivocado de persona o al menos eso pensaba hasta que alcancé a leer que decía "Para Sofia".

No pude aguantar más y abrí la nota lo más rápido que pude, nisiquiera evité que mi sonrisa diera acto de presencia cuando leí que decía "Es de parte de Gabriel". La nota no era tan larga, pero me arrepiento de no haberla leído antes, esto decía la nota:

"Hola Sofia, sé que esta es la manera más tonta y cursi para dirigirse a alguien, pero no pude evitar hacerlo, ¿Sabes? desde que te vi en aquella plaza tu carita nunca pudo salir de mi mente, y ahora, mucho menos sabiendo que estudiamos en el mismo liceo, me encantaría poder salir contigo, me debes un recorrido en el liceo ya que no he podido conocerlo bien, es muy grande, más de lo que me imaginé, espero y no te parezca esto tan tonto, en serio soy muy penoso, me encanta la fotografía, si algún día quisieras hacerte una sesión de fotos, yo con mucho gusto te la haría, ten un lindo día."

No podía creer lo que había leído ¿En serio Gabo me había escrito eso? no se si alguna vez llegaron a sentir esa famosas mariposas en el estomago al pensar en alguien, yo sí las sentí, y créanme, fue una sensación increíble, quería que el tiempo pasara rápido para volverlo a ver, agarré mis cosas y me puse manos a la obra, hice mis tareas super rápido, me sentía motivada, al fin tenía a alguien que de verdad tenía ganas de conocerme, estaba nerviosa pero a la vez ansiosa.

-¿Puedo pasar?. -Me pregunta mi madre. -¡Claro! entra. -Le respondo

-Hija, tenía pensado ir a visitar a tus tíos, no se si quisieras ir con Daniel y conmigo, nos iríamos el fin de semana para allá, sería una linda manera de salir en familia. -Me dice mi madre brindándome una sonrisa. -¡Sí! quiero ver a mi prima, la extraño muchisimo. -Le digo a mi madre dándole un fuerte y caluroso abrazo.

Mi prima es como mi hermana, hacemos casi todo juntas, ella vive justo al frente de la playa, hace un tiempo que no sabía nada de ella, por eso estaba ansiosa por verla y contarle lo que había sucedido.

---

Al día siguiente, me levanté bien temprano, acomodé mis cosas y me arreglé, sí, me arreglé para Gabo, tenía que ponerme linda para él, estaba muy emocionada, quería verlo, cuando bajé a desayunar se encontraban mi hermano y mi Madre hablando de las calificaciones que hemos sacado últimamente, Daniel tenía notas muy buenas, yo sin embargo no era tan genial para eso, estudiaba algo que no me gustaba mucho así que no me preocupada tanto en salir bien, eso a mi Madre le disgustaba ya que ella quería que yo siguiera los mismos pasos de mi hermano.

¿Nos vamos?. -Me dice mi hermano abriendo la puerta del auto. -¡Obvio hermanito! hoy más que nunca quiero ir al liceo. -Le dije encantada. Daniel me miró extrañado, era raro que yo saliera tan feliz de casa para ir a estudiar.

Nos dirigíamos al liceo, Daniel como siempre colocaba canciones a todo volumen, yo no me quejaba, no teníamos los mismos gustos musicales pero me parecía gracioso el verlo cantar en el auto, amaba a ese mocoso.

---

Bajé del auto y a los primeros que vi fue a los amigos de mi hermano dirigiéndose hacia nosotros, todos se veían contentos, uno de ellos se llamaba Jorsh, él era el único que no parecía muy feliz, siempre era el callado del grupo, el que estaba ahí por estar, parecía que no disfrutaba mucho los días en el liceo, pero sin darle importancia me fui al patio del liceo en busca de mariale, para mi desgracia ella no se encontraba ahí, así que decidí sentarme en una jardinera con vista hacia el comedor, me coloqué mis audífonos y me puse a escuchar música a todo volumen, ignorando totalmente mi alrededor. Sentí unos dedos que taparon mis ojos y de inmediato me di media vuelta para ver de quién se trataba, cuando vi su rostro mi mundo se puso de cabeza, no podía ocultar los nervios que sentía al verlo.

-¡Hola! ¿Cómo estás niña linda?. -Me preguntó Gabo mientras se sentaba a mi lado y me tomaba de la mano. -Eh, yo estoy bien... Y... ¿Y tú? -Le respondí inquieta. -Bien, gracias por preguntar ¿Leíste mi carta?. -¡Si! aunque me sorprende que no me hayas dicho nada en persona. -Le dije jugando un rato con su cabello. Gabo soltó una carcajada y recostó su cabeza en mis piernas. -Soy algo penoso, pero si te ganas mi confianza, puedo ser la persona más sincera del mundo. -Me dijo viéndome fijamente a los ojos.

Mientras charlaba con Gabo unas chicas de último año no dejaban de verme y burlarse, me sentía incomoda, aunque no era la primera vez que esas chicas me hacían eso.

-Que niñas tan inmaduras, te apuesto que son así solo porque quieren llamar la atención. -Me dijo Gabo viéndolas con cara de repugnancia. -Si, siempre han sido así, o por lo menos conmigo, todo empezó cuando me volví amiga de un chico llamado alexander, a una de ellas le gustaba y como él nunca le paró, se agarró con esa para perjudicarme, si supieran que se ven ridículas y dolidas haciendo ese tipo de actos. -le dije tratando de ocultar la impotencia que sentía en ese momento.

Gabo me miró y me dijo. -Nunca permitas que unas personas que carecen de afecto perjudiquen tu día, solo tú sabes la amistad que tenías con ese chico y solo tú puedes opinar en eso, si esas chicas no te quieren dejar la vida en paz te doy un consejo, solo ignóralas, a ellas les pesará más el saber que a ti no te importa su opinión, si les demuestras que te importan y te refugias en dolor ellas se sentirán agrandadas y creerán que te tienen en sus manos, por eso solo ignóralas, hay personas que no tienen vida propia y prefieren meterse en la de las demás para no sentirse tan vacías.



---

Bueno hasta aquí les dejo este capítulo, esto SI OCURRIÓ, les dejé esta parte hasta aquí con la intención de acabar con un consejo, ya que sé que muchas personas viven algo parecido día a día en el liceo, siempre hay unas personas que nos intentan sacar de onda con la única intención de hacernos sentir mal, pero si les demostramos indiferencia e ignorancia, créanme que sus problemas se acabarán ;) 

Fuiste tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora