¿Y si salimos de lo cotidiano? esta no es cualquier novela inventada... Lo que quiero que lean es algo que de verdad me ha pasado, solo quiero que aprendan de mis errores y entiendan que cuando menos se lo esperan y cuando piensan que su vida está v...
Luego de que Gabo me diera ese consejo me detuve a pensar, y Sí, era cierto, no debemos darle importancia a las personas VACÍAS, que solo buscan el mal de los demás, solo hay que preocuparnos de nosotros mismos y aprender a ignorar debes en cuando.
Tuvimos una charla larga, me contó que tenía dos hermanos por parte de papá, que se llevaban muy bien juntos pero que tenían como tres meses sin verse. -¿Quisieras ir algún día conmigo a mi casa?. -Me preguntó sin quitar su sonrisa. -¡Sí! Obvio que me gustaría, por cierto te había prometido una caminata en el liceo ¿Quieres que empecemos?. -¡Claro! estaba esperando que me lo dijeras.
Empecé mi recorrido con Gabriel, mientras caminábamos hablábamos de las cosas buenas y malas que nos habían pasado últimamente, a mi me encantaba verlo, era jodidamente hermoso y supongo que él sabía que yo pensaba eso, se me notaba demasiado lo encantada que me sentía cuando lo veía, le mostré el lugar, el patio, la cancha, los baños, el comedor, los jardines, los salones y hasta la dirección del lugar, Gabriel parecía muy feliz ya que no quitaba su sonrisa.
Justo terminando el recorrido Gabo sacó de su cartera una foto, era él con sus hermanos, DIOS MIO, Ese papá de Gabriel tiene que tener unos genes bendecidos por Dios.
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Me quedé literalmente anonadada viendo esa foto ¿Cómo esos chicos podían ser tan hermosos?. -El de en medio es Damian y el otro es Maximiliano, a maximilano le decimos Max. -Me dijo Gabo burlon. -¡Que lindos! me imagino que en su vieja escuela eran los populares. Le dije mientras me detenía a pensar ¿Cómo yo iba a imaginar que Gabo se podría fijar en mi? Soy tan jodidamente normal y fea, no tengo muchas nalgas y menos pechos, ni tengo una cara perfecta, ODIO SER ASÍ.
Gabo notó mi cara de decepción y me dijo. -¿Quieres que vayamos a comer algo?. -Me dijo tomándome de la mano. -¡Sí! Vamos. -Le respondí
Salimos del liceo y nos fuimos a una cafetería que quedaba a dos cuadras, justo al frente de la hermosa casa de tres pisos. ¿Qué quieres comer?. -Me pregunta Gabriel viendo el recetario. -¡Sorprendeme!. Le respondo escondiéndome en mi cabello ocultando los sonrojada que me puse. Gabriel se levantó de la mesa y fue a pedir la comida, cuando llegó estoy segura de que mis ojos reflejaban total admiración. Gabriel llegó con dos rebanadas de pizza y dos refrescos. -¡Me encanta la pizza!. -Le digo mientras le daba el primer mordisco al pedazo de pizza. -Se nota, a mi también me encanta la pizza.
No tardé nada en acabarme el pedazo de pizza, me agradaba el hecho de que Gabriel me observara de manera tierna mientras yo comía, me encantaba ese chico pero obvio no podía demostrárselo mucho, no quería que pensara que yo estaba tragada por él y así él sintiera que ya me tenía en sus manos, por eso y solo por eso es que no brincaba a darle un beso.
Luego de unos minutos le agradecí por la comida y me levanté para irme a mi casa, seguro mi hermano estaba preocupado por mi, pero antes de que pudiera despedirme de él me dijo. ¿Quieres venir a conocer a mis hermanos y a mi Padre?. -Me preguntó mirándome fijamente a los ojos. ¿Cómo me podía negar a esa carita?. -¡Claro!
Lo único que hicimos fue cruzar la calle y ahí estabamos, en la casa que yo amaba, justo en la puerta de entrada, Gabriel sacó sus llaves del bolsillo y abrió la puerta, entramos y extrañamente sentía que ya había estado en ese lugar, se me hacía muy familiar todo, nos dirigimos a la sala y no dejaba de estar sorprendida de lo fabulosa que era su casa, justo cuando me senté en su sofá su perro me brincó encima, era un Golden Retriever mi raza favorita. -Perdona a BODDY, es así con las visitas pero es muy cariñoso. -Me dijo Gabriel apenado ya que Boddy me había ensuciado mi ropa. -¡Tranquilo! es un encanto tu cachorro. -Le digo mientras me limpiaba.
Justo cuando levanto un poco mi mirada, me percato de un cuadro pequeño en donde estaba Gabriel con una niña, estaban en Preescolar, él era tan cuchi, pero observé algo que me dejó sin aliento, la niña que estaba ahí abrazada con él... ¡ERA YO!
Lo siento por haber tardado tanto tiempo en publicar este capítulo tan corto, tuve problemas familiares muy fuertes y no tenía ganas de publicar nada, ya tenía tiempo con este capítulo escrito, les prometo que el próximo será más largo y mejor, espero que me entiendan.
