Capítulo 1°

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LAURA

"Esta es la torre de oficinas."

Frente a mí se encontraba un alto edificio con elaborados jardines alrededor del mismo. El nombre de Indica Grand Prix of America se encontraba en cada esquina.

Seguí a un caballero de mediana edad llamado Esteban Cassanova, director de eventos de la pista local.

"Esta será tu oficina junto con otra compañera. Recuerda, todo el trabajo que se hace en esta oficina tiene que ir directamente hacia mí antes de hacer anuncios al mercado."

"Claro." Asentí.

Luego de mostrarme el establecimiento completo, me dió la bienvenida.

Mientras ordenaba mis cosas en el escritorio, una mujer como de unos veinte-y-tantos años entró a la oficina.

Llevaba unos pantalones con patrones de cuadros azulez y negros, combinados con un sweater color mostaza y un par de botas negras en plataformas.

Con sus ojos detrás de unos lentes redondos, observó cómo organizaba mis cosas y me dijo,
"Tú debes ser Laura Flores. Me llamo Sara de León, de administración de ventas locales."

Con una sonrisa sutil, le respondí, "¡Mucho gusto! Soy de promo-"

"Promoción y publicidad local, ¡lo sé! Si no fuera eso, no estarías sentada ahí." Dijo Sara, soltando una risa.

Me reí junto con ella y afirmé, "Claro."

"Es un placer compartir oficina contigo." Dijo Sara, casi cantando lo que decía.
"Sabes, contigo hacemos el 98% de empleados latinos en este edificio. ¡Y no estoy contando los encargados de la pista!, ya sabes, trabajo pesado."

La verdad es que esperaba que hubieran muchos latinos por acá, o sea, ¡es San Diego!

Pero jamás pensé que tantos. Si no mal recuerdo, la torre de oficinas contaba con unos 500 empleados.

"¡Vaya! Sabía que éramos muchos pero no tantos." Le dije con el asombro evidente en mi voz.

"¡Oye! Eso me recordó que el jueves habrá una fiesta únicamente para los empleados. También asistirán los corredores calificados para la carrera de El Plato de Oro junto a sus equipos de trabajos, ya sabes, sus representantes bla bla bla."

Dejé salir una risa al ver las muecas que hacía Sara, mofándose de 'el extremo protocolo'. La verdad es que no le veía la gracia al protocolo pero la chica simplemente era graciosa. Era como una adolecente atrapada en un cuerpo de una mujer de treinta años, lo que me puso a pensar en mí misma.

Solía ser muy humorística y fiestera, pero desde que me mudé a los Estados Unidos, he sido sumergida al mundo profesional donde a nadie se interesa por socializar o saber tu estado emocional.

Conocer a alguien como Sara en una oficina de trabajo era algo nuevo para mí, ¡y me gustaba!

"¡Tienes que venir, será como tu bienvenida!" Sugirió Sara con puro entusiasmo.

Una parte de mí se entusiasmó junti con Sara, pero la otra me decía que estaba allí para poder vivir; ¡literalmente!

No podía sacar mi mente de mis labores ni un segundo. Tenía que ser peofesional.

"¿Crées que sea buena idea? O sea, acabo de llegar. Quizá deba quedarme en casa y organizar laz nuevas promociones para la semana entrant-"

"¡Ni hablar Flores!" Exclamó Sara al interrumpirme.
"No comenzamos promo hasta el próximo mes. Tú tranquila."

Llegaste Tú 《Christopher Vélez》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora