Espíritu de Leyenda

Capítulo 11 "Manifestación"

Rey: Así que un Astrabisk… es algo problemático.

Almia: ¿Por qué? Por lo que se pudo ver no tiene mucho poder.

Rey: Te lo explicare. Los Astrabisk durante todo su legado fueron considerados “malditos”. No se sabe, pero cada Astrabisk tiene una cualidad que lo hace excepcional, ellos no son como el resto de humanos, su poder aumenta con la edad y se fortalecen cuanto más daño reciban.

Almia: ¿Eso no los haría increíbles magos?

Rey: Lamentablemente los Astrabisk desde la antigüedad solo se convierten en mercenarios, envés de usar su fuerza para ayudar al reto como los Caballeros o los Brujos, ellos usan su diferencia solo en satisfacer su avaricia ¿Estoy en lo correcto? Abanock.

Abanock: Lamentable si, pero ese chico no desprende ni una pizca de maldad o avaricia.

Rey: No puedo creerlo.

Abanock: Arteline, tengo un favor que pedirte.

Rey: ¿Qué quieres?

Abanock: Verás… necesito que.

Al día siguiente Darío y Tom llegaron al Estadio.

Darío: Así que las peleas son por día.

Tom: Somos una gran cantidad, es lo más eficiente para que esto no sea un caos.

Darío: Y somos los primeros está vez.

Tom: Bueno, hay que esforzarse!

Presentador: Damas y Caballeros, bienvenidos otra vez al Examen. Esta vez tenemos algo especial para ustedes.

Darío: ¿Especial?

Presentador: Por órdenes del Rey. Los participantes Tom Tiken y Darío Astrabisk se enfrentarán a… Reginald Ocre!!

Hansel: [Reginald Ocre… El Caballero de Oro en persona]

Darío: Reginald…

Tom: Es el Caballero de Oro, líder de la orden del Rey.

Darío: ¿En serio nos enfrentamos a él?

Rey: Abanock! ¿Qué quieres lograr con esto?

Abanock: Solo quiero que mis aprendices suban de nivel.

Darío y Tom entran a la arena.

Darío y Tom toman aire y lo dejan salir, tratando de tranquilizarse.

Tom: [El hombre que destruye Calamidades de alto poder y que guía al ejército más grande del mundo]

Darío: [El hombre que salvó por su cuenta la Capital de un inminente ataque enemigo]

Darío y Tom: [¡¡¡Nosotros lo venceremos!!!]

Reginald entra a la arena, vestido con su armadura con una espada muy característica en su mano.

Darío: Será dificil…

Tom: Vamos!

Presentador: ¡¡Que el combate comience!!

Reginald: Ataquen niños, juro que no los lastimare.

Tom extiende sus hilos y enreda la piernas de Reginald, juntando las mismas.

La libreta se transforma en el Mandoble y Darío sale disparado en contra de Reginald.

Reginald: ¿Cómo piensan… qué se pueden fiar del enemigo?

Reginald de un solo movimiento con su espada, genera una ráfaga de viento que envía a Darío y a Tom a volar, y genera un cráter en el área enfrente de él.