Mientras cae la última estrella

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Puedes sentarte en la misma montaña de siempre a contemplar el mismo cielo nocturno de siempre en la fecha en la que siempre se da la lluvia de estrellas.
Contemplar eso suele ser una maravilla pero, eres sincero contigo, ya la fantasía con la que lo veías acabó, ya esa fascinación que sentías dejó de ser la llama eterna de Francia y pasó a ser el farol que apagaba y encendía cada minuto el farolero del principito, la llama, se apagó y lastimosamente ya no hay más días en el mundo para volverla a encender.

No sabes qué sentir, simplemente vez caer la última estrella buscando la ilusión de aquel milagro pero ahora sabiendo toda la verdad de su desengaño.

Lo que te ha condenado ha sido el instinto de supuesto detective que quisiste cultivar para usar como caparazón, casi que hasta bendices la ignorancia.

Las personas ignorantes quizá son las más felices, tú por en cambio te has dispuesto a hallar la verdad en todo, pero completaste un puzle para el que no estabas preparado.

Llevabas meses intuyendo las respuestas, tenías las pruebas pero te las ocultabas a ti mismo para voltear la cara y omitir la respuesta, que por cierto, no era buena, pero si la correcta.

Talvez, la gracia del caballero no era lo tuyo, el profesor no estaría decepcionado, lograste resolver un puzle del valor de 1000 picarats pero ¿a qué costo? Sólo tenías una preocupación pero detrás de ello estaba lo que no querías, la realidad de las cosas

El reflejo de la estrella ya no significa nada porque ha muerto.

Casi estás por decidir no tocar el balón de nuevo.

No hay ganas de bailar ninguna salsa.

Tampoco de resolver un puzle de los de acomodar piezas y formar una figura.

Sólo no quisieras salir porque hacerlo solo te recordaría el enunciado por el que antes te movías y ahora los puntos se han unido.

Las agallas arrojadas, que sirven para nunca echarse atrás, son sólo trozos de pescado olorosos que no dieron ningún valor.

Esto que escribes no por nadie, es por ti, no era el colchón ni tampoco la almohada lo que te dejaba aislado del sueño, eras tú

Ahora sólo queda mirar como cae la última estrella y despedirla, vendrás el otro año y el siguiente a ese y todos los que restan a ver la lluvia de nuevo, para siempre decir lo mismo.

"Aquí se termina esta historia"

Ya la cabeza no está vacía

Tan sólo presencia...

La caída de la última estrella...

Fin.

Pensamientos de una cabeza vacía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora