🔒: O1

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Capítulo 1
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Era finales de noviembre. Sus ojos estaban fijos en aquella gran ventana del salón, que daba la vista de un viejo árbol que se balanceaba suavemente con la poca brisa otoñal que aún quedaba. Jongin no tenía otra cosa que hacer además de observar esa tranquila escena a través del cristal.

A su corta edad de diecisiete años se sentía perdido, alguien fuera de lugar. Mientras los demás estudiantes se dedicaban a compartir sus preciados años de escuela con sus amigos, Jongin se sentía más cómodo desde su asiento, disfrutando de aquellos libros que lo llevaban lejos de la realidad que tanto odiaba, y también de aquellos lápices que le ayudaban a dibujar un sueño que no existía, un mundo solo para él.

Jongin era un omega, pero a diferencia del resto de personas con su mismo sexo secundario, él no era capaz de emitir ni una sola feromona, las cuales son esenciales para muchas cosas, ya sea para dar aviso o señal de su próximo período de celo, llamar la atención de los alfas cuando estuviera interesado en ello, expresar sus emociones más profundas, defenderse de los alfas u otros omegas, calmar a sus futuros cachorros, etc. Pero más que todo eso, lo que más molestaba a Jongin era no tener ningún aroma en sí. Nada.

Tampoco era como si su caso fuera el único, sin embargo, era uno de los pocos que había en el mundo que nacían con ese tipo de problemas biológicos; de la minoría que era rechazada debido a sus defectos físicos incontrolables. Como si ser diferente hubiese sido una elección propia, por el mero gusto de joderse a sí mismo. Jongin nunca supo si quería llorar o reír ante este hecho tan ridículo.

Desde el descubrimiento de su condición a temprana edad, su vida había tomado un rumbo completamente diferente al que se imaginó. Las miradas y el trato que le dirigían nunca volvieron a ser igual. El crudo fin de una efímera felicidad de niñez.

Aún tenía vagos recuerdos de cómo eran sus días antes de enterarse de que era un omega con problemas de feromonas. Era un niño feliz, con muchos amigos. No se sentía diferencia alguna entre alfas, betas u omegas, y todos podían jugar y compartir juntos como iguales.

Hubo momentos a lo largo de los años en los que Jongin deseó poder volver a como las cosas eran antes, pero al final se dio cuenta que solo era un pensamiento molesto e imposible, que no valía la pena. Por más que lo deseara, nada iba a cambiar. Simplemente debía aceptar el presente y hacer su vida lo mejor que pudiera.

—¡Nini! Aquí estás, al fin te encuentro... ¿Vayamos a almorzar?

La reconocible voz hizo que los ojos del moreno se distrajeran de su garabato en el papel y se dirigieran hasta la delgada y pequeña silueta de su amigo en la puerta.

Baekhyun era uno de los pocos que nunca lo trató diferente ni extraño. Era un omega al igual que Jongin, con la diferencia de que Baekhyun era muy popular en el instituto. Sus feromonas eran fuertes, y su aroma a rollos de canela era muy agradable, por lo tanto, siempre fue muy llamativo para los alfas, e incluso para algunos betas soñadores. Y desde que se habían conocido en 4to grado de primaria, Baekhyun se había convertido en ese pilar en el que Jongin solía aferrarse cuando más lo necesitaba. Pero Baekhyun, desde hace ya un tiempo, había encontrado a su alma destinada, y Jongin sintió que ya no le quedaba de otra más que continuar sin su pilar. No quería volverse una carga en la vida de su mejor amigo, por supuesto que no. Y si era necesario esconder sus problemas y emociones deprimentes de Baekhyun para dejarlo avanzar con su vida en paz, lo haría sin dudarlo ni una vez. Lo último que quería era no dejar ser feliz a su mejor amigo.

—No tengo hambre. —Sonrió levemente—. Además, tu novio te está esperando en el patio delantero desde antes del toque de campana. —Desvió su mirada hacia la ventana donde, debajo del árbol que antes estaba viendo, el cabello crespo y desordenado del novio de Baekhyun se confundía con la madera vieja.

It's you » SeKai | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora