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" Jonathan, Jonathan... ¿Que no recuerdas?-le preguntó un chico pelirrojo-¡Mi nombre es...-dijo lanzándole un lazo rojo que usaba ese chico como pulsera, mientras toda la multitud lo alejaba-...Sherwin!"

Jonathan se levantó sudando por aquel sueño frecuente, pero se dio cuenta de que este no era su cuarto. Comenzó a mirar aquella habitación color crema, y su cuerpo, no era el suyo. Sus manos eran blancas y sus manos eran más delgadas, y su pelo lo sentía más alborotado que de costumbre, y su ropa de dormir no era la que estaba usando ahora.

-Hermano, ¿ya te despertaste?-le preguntó una niña de pelo negro y pequeña. Parecía como de 11.

-¿Te refieres a mí?-preguntó dudoso él.

-¿Sigues dormido?-preguntó algo irritada la pequeña-¡Levantate, y de prisa!-dijo ella para después cerrar la puerta con fuerza.

De pronto, Jonathan se levantó y se vio en un espejo. Se quedó sorprendido.

-¿¡QUEEE!?-exclamo.

Al día siguiente...

-¿Quieres un poco del pescado que sobró ayer, abuela Mitsuha?-preguntó Sara.

-No gracias, comelo tú-dijo su abuela.

-Buenos días-saludo Sherwin con su uniforme.

-¡Al fin! Eres un torpe perezoso pelirrojo-le regañó su hermana.

-Sara, no le hables así a tu hermano mayor-dijo su abuela.

-No te preocupes, abuela. Para que ambas estén felices, yo hago el desayuno la próxima-dijo Sherwin sirviéndose la comida más importante del día.

-Hoy estás actuando normal-dijo su abuela.

-¿Qué?-preguntó Sherwin confundido.

-Ayer parecías loco-se burló su hermana.

-¿A qué te refieres por loco?-preguntó el pelirrojo con molestia. Pero antes de que pudiera decir algo más, un anuncio de la radio lo interrumpió.

"Buenos días, ciudadanos de Itomori. Este es un anuncio oficial del Ayuntamiento de Itomori respecto a las elecciones de la alcaldía. Las elecciones serán el día 20 del mes que viene. El comité electoral quisiera recordarles a a todos que..."

La abuela Mitsuha desconectó la radio. Sherwin prendió el televisor mientras fruncía el ceño por ese anuncio.

"Un cometa que llega cada mil doscientos años, por fin vendrá hacia nosotros en un mes. Será visible en varias partes del mundo al acercarse a la Tierra"- decía la documentalista.

-¿Por qué no haces las pases con él?-le preguntó su hermanita refiriéndose a su padre.

-Cosas de adultos-dijo Sherwin molesto.

Al acabar de desayunar,  Sherwin fue a su cuarto y de su cajón sacó su lazo rojo para después amarrarselo en su muñeca, como si fuera una pulsera.

-¡Nos vamos!-dijeron Sherwin y Sara al mismo tiempo dirigiéndose a sus respectivas escuelas.

-Adiós, hermano. Esfuerzate-le dijo su hermana antes de que sus caminos se separaran.

-Igualmente-le dijo Sherwin.

De pronto, Sherwin se encontró con Beth y Esteban, los cuales iban montados en la misma bicicleta, la cual era de Esteban.

-Hola, Sher-saludo la rubia.

-Beth, ya bajate porque pesas-dijo Esteban.

-Qué grosero, Bravo-le reclamó la rubia.

Your NameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora