el Comienzo

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Capítulo 1

Ahí estaba ella iniciando su día de trabajo como siempre, con su cabellera larga color azabache, su piel canela, su silueta esbelta, sus senos firmes y provocativos, sus ojos negros y expresivos y sus labios de su color de labial preferido rojo, despertaba miradas de los hombres a su alrededor, Alejandra Rodriguez era una mujer extrovertida, le faltaban muchos tornillos en su cabeza, hablaba sin tapujo con sus compañeros entre ellos Esteban Arismendi, quien ese día estaba en su primer día de trabajo un moreno bello, con una sonrisa hermosa, pícara y ahí estaba ella confundida, en una etapa en la que ya no sentia pasión por nadie, en la que se sentía insegura de ella misma.
Abandonada por el hombre de su vida, con el corazón roto y mil demonios por dentro, pero por fuera mostraba lo contrario, Esteban al principio no hablaba mucho con Alejandra, era un poco creído esa era la impresiòn que la bella mujer tenía de él, ella hablaba más con sus otros dos compañeros.
Esteban la miraba dicimuladamente, hasta que una tarde Alejandra empezó a romper el hielo y empezaron a tratarse, con el pasar de los días jugaban con bromas pesadas; ella era tan imperfecta y él se reía de sus locuras.
Porque esa era ella extrovertida, quien hablaba de sexo sin tabúes, quien tenía claro que quería en la vida y él era casi igual que ella, pero con un gran defecto él tenía 22 años y ella 33 años por lo que Alejandra no le llamaba la atención .
Lucia, que era una compañera de trabajo, tambien molestaba mucho a Esteban y es que al joven se le notaba siempre en sus pantalones que tenía un gran atributo, Alejandra le decía que era pura ropa lo que tenía , era muy pesada y él le jugaba bromas, eso pensaba ella.
De repente un día la bella mujer estaba muy estresada y le dolía mucho el cuello, él se ofreció a hacerle un masaje, cuándo Alejandra sintió las manos de Esteban sobre su cuello empezó a sentir como se relajaba, pero de repente sintió un corrientazo que la recorrió por todo el cuerpo, dándose cuenta que le atraía aquel muchacho y él se dio cuenta; bromeando le decía :

- Alejandra ¿A ti no te gustan los hombres menores?
Ella le respondió :

-La verdad, es que no me gusta enseñar papacito.

Así que le hizo una pregunta que sería crucial entre ellos - ¿cómo te gustan los hombres?

A lo que ella espontáneamente respondio:

- Me gustan pícaros, que sean buenos en la cama, pero sobre todo con experiencia - Ella notó que él sonrió .

Después de esa conversación empezó a subir el nivel de las conversaciones, cada vez hablaban más de sexo.
Alejandra estaba sintiendo unas ganas enormes por ese joven menor que ella, sentía que cuando él le susurraba al oido cosas, ella se erizaba completamente. Él picaramente lo hacía , a veces la abrazaba, la buscaba con cualquier excusa y ella a él, hasta que esa mañana diría algo que cambiaría las cosas...

 
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Mile Morales"Dulce Cayena"🌺
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