Sentido

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A Haechan le gustan mucho las fiestas, el ruido, la música y divertirse con todos; tiene muchos amigos con quién pasar el tiempo y hacer de payaso, porque es algo que le encanta hacer, y las fiestas eran el lugar perfecto para atraer la atención de muchos.

Le encanta ser el centro de atención, haciendo el ridículo de sí mismo si era necesario para hacer reír a los demás. Él lo disfruta mucho, le encanta reírse de sí mismo.

También le gusta hacer bromas, pero con cuidado, no es un mal chico.

De entre todas sus fiestas, la de Halloween era su preferida. Disfraces y trucos, dulces y sustos por montones, tenía todo lo que adoraba, y adora también estar con sus amigos.

Pero no a todos sus amigos les gustan estas cosas.

A Mark también le gustan mucho las fiestas, pero de una forma distinta a la de Haechan.

Le gusta el silencio y la contemplación. ¿Por qué celebramos esto? se preguntaba siempre. ¿Quién habrá empezado a festejar por esto?

A su manera festeja, en su palacio mental, porque eso es lo que le gusta hacer.

Pero Halloween también tenía todo lo que adoraba.

—¡Mark! —un grito susurrado y una piedrecita en su ventana lo alertaron.

Volvió a llamar una vez más su amigo, y temió que esta vez lanzara una piedra más grande, así que se acercó a la ventana del segundo piso antes de que pudiera destrozar algo.

Deslizó la ventana dejando una pequeña abertura, lo suficientemente grande para que su amigo lo viera.

—Rayos Mark, ¿a qué hora piensas atenderme el móvil? —se quejó Haechan poniendo sus puños en su cintura, y aún susurrando.

Estaba oscuro, pero Mark pudo ver que estaba disfrazado de vampiro, con mucho maquillaje y un par de canastas con forma de calabaza sonriente colgando de uno de sus brazos.

—¡Ni siquiera te has disfrazado! —volvió a hablar el menor, casi ofendido.

Antes de que Mark pudiera decir algo, el chico empezó a trepar por unas cajas, metiendo un poco más de ruido del que debería. En seguida logró escalar hasta el techo del cobertizo, desde ahí era muy fácil llegar a la ventana de Mark, siempre iba y lo sorprendía en su ventana, porque a Haechan le gusta mucho pasar tiempo con Mark.

Llegó hasta la ventana y se dejó entrar, después de todo era algo que hacía siempre.

Cerró la ventana detrás de sí y sacudió su capa de vampiro. Acomodó el cuello de su camisa y miró a Mark severo.

—¿Por qué no estás listo aún? ¡Te estuve esperando! —se quejó ofendido, pero con cuidado.

Haechan sabía que a Mark —aunque no se lo admitiera— no le gustaba ir de puerta en puerta diciendo "¿dulce o truco?" Pero todos los años lo acompañaba de todas maneras, porque a Mark le gusta mucho pasar tiempo con Haechan.

—Estaba a punto de hacerlo, me he... retrasado, es todo. —dijo Mark por fin, sin mirar a su amigo y jugando con sus dedos.

Haechan dejó salir un suspiro y le dio una media sonrisa. Él sabe que se esfuerza, y nunca querría hacerlo sentir mal.

En seguida Haechan lo ayudó con su disfraz, Le puso maquillaje y lo arregló lo mejor que pudo. De pies a cabeza lo dejó bien personificado como un diablillo, aunque Haechan sabía que tenías que dar miedo en ese día a él le parecía que Mark solo daría ternura, con sus cachitos rojos y cola alargada, le miró a los ojos temeroso, y Haechan le respondió con una amplia sonrisa y un "¡Te ves genial!"

A ti ni siquiera te gusta Halloween •♡ Markhyuck ♡• NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora