Astrid.

Capitulo 8.

Pasaron meses desde ese día (les ahorro lectura, básicamente vivíamos juntos y pasábamos todo el tiempo pegados) y ya era 29 de octubre. Juan organizo una fiesta de disfraces en su casa que quedaba en Palermo, y Astrid y yo decidimos ir, no nos íbamos a perder el alcohol y la originalidad para disfrazarnos.
Ella mando a hacer un disfraz de Hermione con su bufanda original de Gryffindor. Yo fui de Malfoy, con su bufanda de Slytherin. Salimos al mismo tiempo y la tome del brazo, metí mi mano en mi túnica para extraer las llaves de mi escoba con motor (cortesía del viejo) para luego tomar el ascensor hasta el lobby, abrir las puertas y subirnos al móvil de esta noche.

Transcurría todo normal, no oficializamos nada de una "relación", pero eramos felices los dos juntos. 
Llegamos a la fiesta, estaba recién comenzando y bueno, una cosa llevo a las otra y eran las tres de la mañana y casi no entendíamos nada.
Juan estaba vomitando en su baño, Gonza poniendo música y media escuela saltando.
Yo estaba sentado, mirando un punto fijo riéndome solo, viendo como todo en mi vida cambio estos últimos meses, sabiendo que no quedaba mucho mas que un mes de escuela y tener que estudiar algo que me guste. Recibí ofertas para ir al extranjero a estudiar, pero me he decidido quedarme con Astrid y hacer música un año para tomar un descanso...hablando de Astrid, ¿donde estará? Esta pregunta paso por mi mente.

Salí a buscarla medio mareado entre tanta gente, preguntando a Ludmi si no la había visto.
"Creo que la vi en el patio...con Tomas". De un momento a otro eso hirvió mi sangre, pero me alivie, no creía que el amor de mi vida me haría algo así.
Tome un vaso y salí a buscarla, pedí indicaciones pero me dijeron que entraron y que fueron por las escaleras. 
Subí normalmente, ya era costumbre de estos meses visitar esta casa que prácticamente era mía. Llegue hasta la habitación de Juan pensando que tenían que cerrar algunas cosas, así que solo entre...y me encontré lo peor.
Estaban acostados, besándose. Ambos voltean. Astrid me mira, yo lo veo a Tomas y cruzo mi mirada con ella otra vez...y solo cerré la puerta.
Eso me había quitado mi estado de borracho, baje las escaleras lagrimeando y salí a la parte delantera para tomar aire.

Empece a ver mi celular con una llamada de ella y el horario marcaba las tres y veinte.

Apague mi celular y solo subí al auto, tome aire...y me derrumbe en lagrimas. Ya no sabia que hacer, solo era ella lo que me hacia feliz en este lugar, empece a extrañar mi ciudad como nunca antes. Quería volver, como si esta etapa de mi vida nunca hubiera existido.
Volteo para mirar a la casa y la veo salir corriendo hacia mi, y sinceramente no quería hablar con ella. Me limite a solo girar mi vista y arrancar el auto, para despedirme con una acelerada que ni el diablo podría alcanzarme.
Llegue a mi departamento, colgué las llaves, tome un poco de agua, me saque la ropa y comencé a escribir una letra.
Cuando me di cuenta ya había sol y el reloj marcaba las nueve de la mañana. Prendí mi celular y encontré muchas llamadas del "amor de mi vida" que no fueron contestadas.
Ese mes no asistí a clases, ya tenia mis notas cerradas y no era necesario ir. Tuve el mejor promedio de clases y sinceramente no quiero escribir mi charla con ella esa noche por que prefiero olvidarle.

El mes paso volando, chispeaba por la perilla para ver si no estaba cuando yo quería salir. No le conté a mis padres, solo dije que "no quería estar en una relación cuando vaya a la facultad".
Tome mis cosas, hice mi maleta, despedí a mis parientes y me fui a estudiar lenguaje mientras cursaba producción en Londres.
Solo pedí que no le avisaran donde me fui. Cambie de celular y de numero, pasándolo a mis amigos mas cercanos. Me encontré desolado al principio, pero logre rehabilitarme estudiando y tocando en bares de mi nueva residencia. No era mas Tunchi, era Agustín Alvarez. Cantante y Productor en UK. Nunca deje de pensar en ella, ni un mínimo segundo desde que deje Buenos Aires, pero ahí me encontraba bien, lejos de lo que era su mirada y la traición. Hasta ahora...